Ariel Summers estaba dispuesta a pactar
con el mismo diablo para escapar de una vida de pobreza como hija de
campesinos. Se convertirá en amante del conde de Greville a cambio de
recibir la refinada educación de una dama.
Lo que no podía prever era la inoportuna
muerte del conde y la perturbadora atracción que sentiría hacia su hijo
bastardo y heredero, Justin Ross.
Justin no pretendía reclamar a la joven el cumplimiento del cruel pacto, pero el inocente encanto de ésta despertaba su deseo de conquista, y se prometió que conseguiría atraerla hacia su cama. No podía imaginar que la ingenua pasión de Ariel reviviría en él emociones largo tiempo olvidadas.
Si embargo, la desconfianza y la
traición amenazan la frágil felicidad que parecían haber conseguido, y
Justin deberá convencer a Ariel de que no es el hombre insensible y sin
corazón que aparenta ser. Y llegará al extremo de arriesgar su vida para
demostrarle la sinceridad de su amor.
Para hablar de este libro, nos vamos a trasladar a una Inglaterra de la regencia, así que chicas, tomemos esos vestidos de seda, que tan bien se amoldan a nuestro cuerpo, caminemos por esos maravillosos jardines, y descubramos juntas, un libro que seguramente nos va a enamorar.
Cuando leí la sinopsis, tengo que decir que inicialmente me dije, uff a ver si no resulta un poco pesada. Chica que vende sus favores, y después se enamora del villanazo que le hará la vida difícil para al final darse cuenta que se enamoró y blabla.
La verdad es que me lleve una grata sorpresa al ver que la historia no tenía nada que ver con lo que yo había imaginado.
Un trato hecho por una niña que aspira a ser algo más que una simple campesina. Un Conde viejo, lujurioso que no duda en aceptar hacerla su pupila, sabiendo que a cierta edad podrá cobrar los "favores", un bastardo reconocido al final de la vida de su padre.
Estos complementos son importantes en esta obra. Porque gracias a eso los personajes son como son, sin necesidad de someterlos a mas juicios.
Justin anhelaba ser aceptado por su padre, sin embargo desde su más tierna infancia solo conoce lo que es el rechazo de los dos primeros seres que debieron cuidar de él. Alejado de la única persona que le mostró el amor, y siendo nuevamente traicionado por alguien a quien ama, se vuelve un hombre frio, calculador, con un hueco ahí donde habitaba su corazón. Aceptado por fin por su padre , demuestra no solo su buen ojo al momento de hacer su trabajo, es un hombre de negocios, pero a diferencia de su padre, es un caballero con el sentido de la justicia, del honor arraigado. Un hombre que anhela volver a creer, alguien que no espera nada de la vida, porque la vida le arrancó la esperanza.
Por su parte Ariel es la dulzura personificada. Una mujer inocente de principio a fin. Consiente de lo que prometió cuando niña, y esperanzada porque pueda deshacerse del horrible trato que hizo en su más tierna infancia, anhela amar, ser amada, descubriendo que una dama, no es por la cuna, sino por su comportamiento. Una señorita con la verdad siempre de frente, aunque eso pueda traerle problemas. Entregada, enamorada y sobre todo amante.
Si Justin es oscuridad, dolor Ariel es luz, amor, alegría. Ambos personajes vivirán intensamente, tratando de reconocer en el otro, a un ser capaz de liberarlos, tanto de un trato que no quieren, como de todas las inseguridad y pesadillas que sufrieron en su pasado.
A esto añadamos intrigas que pondrán a prueba el amor de esta pareja, demostrando de esta forma que un corazón, aunque lata bajo, siempre seguirá latiendo.
Un libro que se lee definitivamente en un suspiro y que espero leer el siguiente libro muy pronto.
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