Muy
buenas noches Loc@s del Romance. Que ya está aquí nuestra invitada del mes. Nos
sentimos emocionadas, por lo que vamos a entrar directamente al lío con Mariam
Orazal.
Mariam, no sabes la emoción que nos ha dado descubrir tu pluma, quedar
prendadas y ahora tenerte aquí en este rincón de locura romántica. Te pido que
no te asustes con la camisa de fuerza, hoy mis
celadores querían ponerme guapa
y se les olvidó soltarme a los muy bromistas…
Pero
bueno, vayamos al lío
Si
alguna de nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto y
disculparnos.
Aclarados
estos puntos y agradeciéndote tu presencia en este pequeño rincón nuestro del
ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la entrevista.
LR.
Mariam, antes de comenzar directamente friéndote a preguntas sobre tu obra,
cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te conozcan. ¿Cuál es tu
verdadero nombre? ¿De dónde eres?
M.O. Me llamo Esther Sánchez y soy extremeña. Vivo en un pueblo muy
cercano a Mérida, La Garrovilla.
L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y
de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se
oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color
favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría
decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido
o interferido con tu espíritu creador?
M.O. Jamás he tenido un color favorito o un perfume favorito, soy
un poco veleta para estas cosas, jeje. Ahora mismo, tengo pasión por el verde
menta.
Voy a arruinarte todas las preguntas porque tampoco me inspiro en
la música o soy capaz de escucharla mientras escribo.
Ningún grupo en concreto, aunque sí es cierto que hay canciones en
mi vida que cada vez que las escucho me llenan de emociones que me obligan a
abrir el PC y ponerme a escribir.
L.R. ¿Cómo te describirías a ti misma? ¿Qué tres virtudes y qué tres defectos
crees que te definen?
M.O. Esto se me da fatal, pero a ver... Mi mejor virtud es que soy
pragmática, y eso hace que tome la vida de una cierta manera, que suele tener
como consecuencia una relativa felicidad. También soy diligente y empática,
cosas que me gustan de mí misma. En cuanto a los defectos, tengo tropecientos
(algunos que no reconocería ni bajo tortura), pero me voy a centrar en los que
me fastidian a mí en lugar de los que sufen los demás (risa maligna): soy
despistada en grado sumo, tengo la memoria de Dory dividida por mil, soy torpe
(patosilla, vamos).
L.R. Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los escritores
y que nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es
conocer la formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías
contarnos algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho
cursos específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?
M.O. Soy periodista de profesión. Trabajo en radio desde hace…17
años (OMG). Mi primera novela la escribí en un alarde de atrevimiento sin saber
lo que era el guión de diálogo, pero después caí en las prodigiosas manos de
Erika Gael. Ella me enseñó a dar forma a esas ansias de contar historias. Desde
entonces, no he parado de estudiar y formarme.
L.R.
Hablando sobre tu trabajo de escritora, imaginamos que un libro no
se escribe en un momento. ¿Cuál es el proceso que sigues para crear estas joyas
de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o extrasensorial tiene
lugar para que des a luz a tu obra?M.O. Jajajaja, extrasensorial dice. Todo empieza con una idea, un
argumento o un personaje que se mete
en mi cabeza y me atormenta como martillo
pilón. A partir de ese germen, hago una escaleta con la línea temporal de los
acontecimientos que van a ocurrir y creo un documento para cada escena o
capítulo. A la hora de escribir la historia no soy nada lineal, me dejo llevar
por la inspiración.
L.R.
Trasladémonos ahora a un día en la vida de Mariam Orazal ¿Cómo es? ¿A qué hora
del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un día
cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con
investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor
(tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?
M.O. Normalmente, estoy deseando quedar libre para dar forma a esa
escena que lleva todo el día en mi cabeza. Eso no suele pasar hasta las 16:30 o
17:00. Puedo estar escribiendo unos minutos u horas, dependiendo de la
inspiración que tenga y de los planes que surjan para esa tarde. La mañana de
los domingos casi siempre la dedico también a escribir.
En mi caso la investigación va indisolublemente unida a la
escritura. Voy alternando, aunque a veces paso días enfrascada solo
documentándome.
Me inspiro en la gente que me rodea, en series, películas y, por
supuesto, libros. Cualquier cosa puede hacer prender la chispa, aunque el
resultado rara vez tiene algo que ver con la inspiración inicial.
L.
R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú recuerdes) con
un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de qué forma te
marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de tu afición a
la lectura y la escritura?
M.O. No recuerdo un momento en que no tuviera un libro entre las
manos. Me encantaban comprar cuentos antes incluso de saber leer. El libro que
me marcó ya como adulta fue La casa de los espíritus, de Isabel Allende. Ella
sigue siendo un referente para mí.
Este, y tantos otros libros, estaba simplemente en el salón de
casa; mi madre y mi abuela siempre han sido grandes lectoras, ellas son las
culpables de esta maravillosa locura.
L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay ciertas preguntas que no
podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para ti el hombre ideal? ¿De
qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres una mujer que disfrute de
flores y bombones o prefieres algo menos convencional? ¿Alguna película/libro
favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se transforman...) que
hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que esperas de él? Y lo más
importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene hermanos? (jajajaja)

M.O. Ainsss, el hombre ideal. ¡Ese compendio de virtudes! No sé
hasta qué punto puedo definirlo, pero lo intentaré. Ha de ser noble, sincero,
comprensivo. Me gusta que tengan esa chispa de humor bobalicón, sin llegar a
ser un payaso. Respetuoso con todos, independiente, trabajador y familiar.
Cariñoso, sin necesidad de ser detallista (con esto contesto a lo de los bombones).
Aprecio más que mi marido me abrace cada día, que diga que me quiere cuando se
está quedando dormido y que me mire cuando me arreglo como si no pudiera
creerse su suerte.
A entender el amor me ha enseñado la vida, a saber lo que esperar
de él, a no idealizarlo, a comprender que es algo por lo que hay que luchar a
diario. Las películas, e incluso los libros, tienden a una perfección
inalcanzable, extática, y jamás hablan del después.
Lo encontré, sí, y no puedo explicarte lo afortunada que me siento.
A decir verdad, él ha dado forma a mi hombre ideal, porque antes de conocerlo
no sabía exactamente qué esperar del amor.
Tiene un hermano gemelo, por cierto…
L.R. Imaginamos que como escritora de romance, en primer lugar y antes de
decantarte por este género,
fuiste ávida lectora de autoras ya consagradas.
Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma especial, haciéndote decidir
escribir novela romántica y no novela negra, fantástica o histórica (o
cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día de hoy, tu principal
referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún género literario en
especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano? ¿Y en novela
romántica, algún subgénero que digas "esto no es para mí"?
M.O. La responsable de que me enganchara a la romántica fue Johanna
Lindsey, aunque luego mi estilo se decantó más por Lisa Kleypas, Julia Quinn o
Mary Balogh. Aunque, curiosamente, mi libro insignia, ese que no paro de
recomendar es Flores en la tormenta, de Laura Kinsale.
La verdad es que como lectora creo que me atrevo con cualquier
género. Para escribir, sin embargo, soy muy fiel a la romántica histórica.
L. R. Centrémonos ahora en tu trabajo de escritora, lo que a día de hoy es tu
obra publicada. Pero antes de publicar tu primer "libro " ¿hay algún secreto oscuro en el pasado de Mariam?
¿Escribiste algún artículo para alguna revista, alguna redacción ganadora en el
colegio, un cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de ello?
M.O. Jajajaja, no hay fantasmas en el armario ni vergüenzas
ocultas. He escrito guiones para radio y artículos para prensa con asiduidad,
pero la ficción llegó para mí con La ofrenda, que fue mi primera novela.
L.
R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en
terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de
cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida?
¿Recuerdas el momento en que la
escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"?
¿En qué momento decides compartir esta con el mundo?

M.O. ¿He mencionado entre mis defectos que soy obsesiva? Ah, no,
porque eso no me molesta… jajaja. Llevaba meses con la idea de escribir una
novela, así que me puse a ello el día que me quedé en paro (por un tiempo).
Esto fue un 13 de junio, pues bien, había terminado con ella el 31 de julio. He
de admitir que me sorprendió la fluidez con la que venían a mí las ideas e
incluso mis propias herramientas para estructurar el relato. No tanto como
hablar de un “éxtasis del escritor”, pero sí algo muy compulsivo. En La
ofrenda, que es la novela de la que os hablo, me resultó un poco extraño lidiar
con un highlander rudo y posesivo, pero Brodick y yo acabamos entendiéndonos perfectamente.
Mi escena favorita es el momento de “la ofrenda” como tal; la valentía de Sarah
y su generosidad para proteger a su hermano todavía consigue emocionarme.
El caso es que esta no fue la primera novela que publiqué. Empecé
subiendo a Wattpad La noble ladrona, y después la mandé a la editorial. De
hecho, La ofrenda sigue siendo una novela inédita, aunque se puede leer en la
plataforma online de Wattpad.
L.
R. Aunque ya varios meses tarde, permítenos felicitarte por ese Premio que te
otorgó Vergara por tu obra: Una cura para el alma. ¿Nos podrías compartir ese
momento en que recibes el veredicto de tan importante premio literario?
M.O. Estaba trabajando, a punto de entrar en directo, cuando me
llamó Aranzazu Sumalla. Me empezó a
latir el corazón a mil por hora y se me
cerró la garganta. Mis compañeros pensaron que me estaban dando una mala
noticia, hasta que las lágrimas se mezclaron con las sonrisas mientras trataba
de decirle a la editora lo agradecida que estaba. Realmente fue un momento
inolvidable. Y llamar luego a mi marido, a mi madre y a mis hermanas para
contárselo fue genial.
L.
R. No podemos dejar de hablar precisamente de esta obra. Una de las cosas que
nos ha encantado es el realismo que metes en cuanto al paso de la mujer en la
medicina. ¿Cómo fue para ti descubrir todo este movimiento? ¿Te ha influido
este proceso de investigación ya en tu persona? ¿Cómo fue investigar y dejarte
llevar por la escritura? ¿Cuál fue la parte que más se te complicó en el
proceso de escritura? ¿¿habrá libro del hermano del Duque o el vizconde?
M.O. Descubrir el peso de la mujer en la medicina, como paciente y
como profesional, ha sido algo fascinante. La tesis de la doctora Pilar
Iglesias en la que me inspiré retrata tan bien el devenir de aquellas pioneras
que no podía parar de leerla. Es dura, muy dura, no me refiero a la tesis sino
a la realidad que tuvieron que vivir ellas. Por eso me marcó, porque aprendí
tanto sobre feminismo y sobre humanidad, que creo que esa enseñanza ya siempre
permanecerá conmigo. He de decir que la experiencia de documentación de esta
novela ha sido muy edificante y la he disfrutado muchísimo. La parte más
difícil fue la de aunar ese relato subyacente con la historia de amor de Max y
Paige. Costaba a veces encontrar el equilibrio entre la realidad y la ficción,
porque quería que gran parte de lo que había aprendido se reflejara de algún
modo en la novela, pero sabía que tenía que dar prioridad a la trama
principal.
Oh, desde luego que Richard y Andrew ya tienen su propia escaleta,
el tiempo dirá cuando están preparados para contar sus historias.
L.
R. ¿Por cuál de tus caballeros viajarías al pasado y vivirías sin agua
corriente, luz eléctrica y conexión a internet, encorsetada y con rígidas
reglas sociales?
M.O. Es muy difícil elegir entre uno de mis chicos, pero creo que
la vida sería muy divertida, a pesar de todas esas carencias, con Lucas Gordon.
Ese punto canallita me sigue resultando a día de hoy irresistible. Además,
Lucas tiene inversiones en el mundo editorial, y es marqués, que, oye, pues
también se agradece.
L.
R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o personas con las que te
cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu imaginación? ¿Cómo y de dónde
salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con sus vidas?
M.O. No lo hago de motu proprio ni me resulta necesario tener una
cara reconocible para mis personajes a la hora de escribir la novela. El
casting suele venir después, para compartir ese descubrimiento con las personas
con las que estoy en contacto a través de Instagram y el resto de redes
sociales. Para mí, los personajes fluyen de la imaginación, y a veces ni
siquiera tienen una descripción exacta en mi cabeza. Sé muy bien cómo son, lo
que sienten y lo que quieren hacer, pero sus caras… a veces son un borrón.
L.
R. Y ya para terminar (la entrevista ha sido larga, lo sabemos), te dejamos un
espacio en blanco para que escribas unas líneas a nuestr@s lector@s.
M.O. Me gustaría daros las gracias por amar y sostener este género
literario que tanto aporta en mi vida (y seguro que en la vuestra también).
Como lectora ávida y compulsiva, sé que una buena novela romántica puede hacer
que los días sean mucho más luminosos y bellos; y para que eso siga existiendo
es básica la fidelidad y la ilusión que ponemos tod@s, escritor@s y lector@s.
Hasta
aquí nuestras preguntas, Mariam. Te agradecemos muchísimo el tiempo que has
dedicado a contestarnos, sabemos que eres una persona muy ocupada y esperamos
(y deseamos con todas nuestras fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre
manos, te reporte el mayor éxito del mundo.
Un
abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta pronto!