El día que Oliver Marks cumple su condena, el hombre que lo puso en la cárcel está esperándolo a la salida. El detective Colborne quiere saber la verdad y, después de diez años, Oliver finalmente está listo para contársela.
Una década atrás: Oliver es uno de los siete actores shakespearianos en el Conservatorio Clásico Dellecher, un lugar donde rige la cruda ambición y la competencia feroz. En este mundo apartado, de chimeneas encendidas y libros con encuadernación de cuero, Oliver y sus amigos interpretan los mismos papeles arriba y abajo del escenario: el héroe, el villano, el tirano, la seductora, la ingenua, los extras. Pero en su cuarto y último año de conservatorio, las rivalidades amistosas se vuelven desagradables, y en la noche de estreno, la violencia real invade el mundo de fantasía de los estudiantes.
Por la mañana, los chicos de cuarto año deben enfrentar su propia tragedia y su desafío actoral más difícil: convencerse unos a otros y a la policía de que son inocentes. ¿Quién es quién en esta historia?
Muy buenas noches mis adorad@s Loc@s del Romance, ya estamos aquí una vez más, y debo decir que os esperaba con ansia viva, ya que me siento flotar y a la vez con los pies demasiado bien puestos en la tierra.
El día de hoy, os traigo una obra que si bien me ha sacado de mi zona de confort en cuanto a romántica, debo decir que me ha traigo recuerdos de un pasado que disfruté mucho y que me ha hecho revivir algunas cosas. TODOS SOMOS VILLANOS de M. L. RIO es el descubrimiento de una autora que va a estar en mi punto de mira, el regresar a unos pasos que di y reencontrarme con un viejo amigo.
Estamos ante una obra de narrativa contemporánea. Aquí me gustaría hacer una aclaración. No estamos ante un thriller o por lo menos yo no podría decir que lo es, siento que esto es un gran homenaje a uno de los grandes dioses de la literatura inglesa: Shakespeare. Y en este caso, vamos a
ver y vivir algunas de sus tragedias, mientras otros las viven, las palpan y a la vez, estaremos viviendo una representación de los clichés de este autor en cuanto a la tragedia con siete personajes que lo serán todo, que nos despertaran emociones y mil cosas más.
Vuelvo a repetir, para mi gusto, no podría poner que esta obra es un thriller o suspense, es que es mucho más que eso. Esta belleza nos habla de pasiones, de como se vive la vida en actores que van a terminar su carrera, el último año universitario. Siete almas unidas, siete hermanos, cada uno con sus personalidad y.., aquí está lo interesante, cada uno de ellos se podría decir que representa los pecados capitales, los grandes clichés de la tragedia sin olvidar que son humanos, que tienen sus propias taras y que harán de esta historia un apasionante viaje shakespiriano, mientras subimos al cielo, bajamos al infierno y terminamos en el purgatorio.
Podría decir infinidad de cosas, lo cierto es que ir conociendo a través de los ojos de Oliver los acontecimientos que pasaron en el año de 1997, ese año que fue tan importante para una compañía teatral, un grupo de estudiantes que estaban hermanados, que se comunicaban con solo una mirada, que se comprendían y que estaban muy rotos, sintiendo como único sostén a nuestro autor preferido, al teatro, sin darse cuenta cual era la realidad que vivían, mostrando en ellos fortalezas y debilidades, simplemente lo que eran: humanos.
Lo cierto es que en un mundo imperfecto, no podría vivir la perfección. Esa es parte de una premisa que se va desvelando poco a poco. Las pasiones se harán con las almas inocentes, aquellos más
fuertes pueden sobrevivir o no. El amor puede ser un gran catalizador para lo más sublime o lo más bajo, la cuestión es que entre todo, puede brillar la luz de la hermandad y la amistad, aunque eso tenga cargas y secretos que se pueden ocultar o salir a la luz en el momento mas vulnerable para algunos. Encontrarme con TODOS SOMOS VILLANOS, ha sido una experiencia gratificante. Cada personaje termina metiéndose en tus huesos, sufres y odias, es imposible no sentir los contrastes extremos, pues eso.. eso es el teatro, pasión con el corazón sangrante para hacer vibrar aun publico que aguarda ese punto álgido hasta que baja el telón, o en este caso, hasta que cerré el libro.
M L. Río me ha hecho vivir de mil maneras, además que ha sabido jugar con los diálogos, no solo los que toma prestados de Shakespeare, pues hay momentos en que nuestros protagonistas también toman una forma teatral en su propia vida, eso es lo que hace distinto a este libro, dilucidar cuando son ellos o no... La autora ha jugado con astucia con este gran homenaje, dejándome ansiosa por seguir leyendo de su pluma segura que quedaré cautivada. ¡Feliz lectura!

El día de hoy, os traigo una obra que si bien me ha sacado de mi zona de confort en cuanto a romántica, debo decir que me ha traigo recuerdos de un pasado que disfruté mucho y que me ha hecho revivir algunas cosas. TODOS SOMOS VILLANOS de M. L. RIO es el descubrimiento de una autora que va a estar en mi punto de mira, el regresar a unos pasos que di y reencontrarme con un viejo amigo.
Estamos ante una obra de narrativa contemporánea. Aquí me gustaría hacer una aclaración. No estamos ante un thriller o por lo menos yo no podría decir que lo es, siento que esto es un gran homenaje a uno de los grandes dioses de la literatura inglesa: Shakespeare. Y en este caso, vamos a
ver y vivir algunas de sus tragedias, mientras otros las viven, las palpan y a la vez, estaremos viviendo una representación de los clichés de este autor en cuanto a la tragedia con siete personajes que lo serán todo, que nos despertaran emociones y mil cosas más.
Vuelvo a repetir, para mi gusto, no podría poner que esta obra es un thriller o suspense, es que es mucho más que eso. Esta belleza nos habla de pasiones, de como se vive la vida en actores que van a terminar su carrera, el último año universitario. Siete almas unidas, siete hermanos, cada uno con sus personalidad y.., aquí está lo interesante, cada uno de ellos se podría decir que representa los pecados capitales, los grandes clichés de la tragedia sin olvidar que son humanos, que tienen sus propias taras y que harán de esta historia un apasionante viaje shakespiriano, mientras subimos al cielo, bajamos al infierno y terminamos en el purgatorio.
Podría decir infinidad de cosas, lo cierto es que ir conociendo a través de los ojos de Oliver los acontecimientos que pasaron en el año de 1997, ese año que fue tan importante para una compañía teatral, un grupo de estudiantes que estaban hermanados, que se comunicaban con solo una mirada, que se comprendían y que estaban muy rotos, sintiendo como único sostén a nuestro autor preferido, al teatro, sin darse cuenta cual era la realidad que vivían, mostrando en ellos fortalezas y debilidades, simplemente lo que eran: humanos.
Lo cierto es que en un mundo imperfecto, no podría vivir la perfección. Esa es parte de una premisa que se va desvelando poco a poco. Las pasiones se harán con las almas inocentes, aquellos más
fuertes pueden sobrevivir o no. El amor puede ser un gran catalizador para lo más sublime o lo más bajo, la cuestión es que entre todo, puede brillar la luz de la hermandad y la amistad, aunque eso tenga cargas y secretos que se pueden ocultar o salir a la luz en el momento mas vulnerable para algunos. Encontrarme con TODOS SOMOS VILLANOS, ha sido una experiencia gratificante. Cada personaje termina metiéndose en tus huesos, sufres y odias, es imposible no sentir los contrastes extremos, pues eso.. eso es el teatro, pasión con el corazón sangrante para hacer vibrar aun publico que aguarda ese punto álgido hasta que baja el telón, o en este caso, hasta que cerré el libro.
M L. Río me ha hecho vivir de mil maneras, además que ha sabido jugar con los diálogos, no solo los que toma prestados de Shakespeare, pues hay momentos en que nuestros protagonistas también toman una forma teatral en su propia vida, eso es lo que hace distinto a este libro, dilucidar cuando son ellos o no... La autora ha jugado con astucia con este gran homenaje, dejándome ansiosa por seguir leyendo de su pluma segura que quedaré cautivada. ¡Feliz lectura!