Durante su infancia en una pequeña ciudad de Colorado, Molly Bloom vio a sus hermanos ganar medallas, dominar los exámenes y recibir elogios sin excepción. Molly no quería otra cosa que poder disfrutar un poco de esa reconfortante sensación, así que también se esforzó muchísimo... como estudiante, como atleta. Tuvo éxito, pero sentía como si siempre se quedara atrás. Quería liberarse, vivir una vida sin reglas, sin límites, una vida en la que no tuviera que medirse con nada ni con nadie, en la que pudiera convertirse en lo que ella quisiera.
Molly quería más, y consiguió más de lo que hubiera podido prever nunca.
En Mollys Game, Molly Bloom conduce al lector por sus aventuras mientras organiza una exclusiva partida privada de póquer de alto riesgo. Entre sus clientes estaban estrellas emblemáticas como Leonardo DiCaprio y Ben Affleck y políticos y titanes de las finanzas tan poderosos como los que sacudieron los mercados y cambiaron el curso de la historia. Con gran riqueza de detalles, Molly describe un mundo que hasta ahora había estado envuelto en glamour, privilegios y secretos; un mundo en el que, sin ningún miedo, se enfrentó a las mafias rusas e italianas hasta que conoció al único adversario que, aunque tuviera la justicia de su lado, era más astuto que ella: el Gobierno de los Estados Unidos.
Mollys Game es una increíble novela de aprendizaje de una joven que rechazó las convenciones en busca de su versión del sueño americano. Es la historia de cómo ganó -y luego perdió- su sitio en la mesa, y de todo lo que, mientras tanto, aprendió sobre el póquer, el amor y la vida.
A veces me da por querer variar un poco mis aventuras y descubrir lo nuevo y bueno que puede traernos un nuevo descubrimiento. Seguramente a vosotr@s os pasa que necesitáis salir un poco de la zona de confort y de repente aparece una obra que, inicialmente es llamativa por la portada y de la cual no
esperas nada, salvo estar entretenida y pasarlo bien con una buena taza de café.
Eso fue lo que me pasó a mi. Amo la romántica en todas sus vertientes, pero antes de emborracharme de ella, procuro darme algún respiro y esta vez me decidí por Molly's Game de Molly Bloom. La verdad es que me llamó la atención la portada pero, como soy tan despistada no me di cuenta que también era una portada de la película, así que acabo de descubrir que hay peli (y debo confesar que ya vi el trailler y me quedo con el libro).
Comencé el libro sin expectativas porque una vez más, repito que no leo sinopsis así que iba a ciegas. Si bien es cierto que estamos ante una especia de biografía porque son las vivencias de esta mujer, también estamos ante
una obra que es adictiva de principio y fin y que me ha resultado difícil de soltar.
¿Hasta donde podrías ser capaz de llegar jugando al todo por el todo? Si hay algo que he aprendido de este libro, es que es muy fácil caer en los vicios, en la búsqueda de dinero fácil y, las terribles consecuencias de la ambición mal sana por una competición absurda.
Vamos a comenzar con algo primordial. Todo esto nos lo cuenta Molly Bloom una chica que de la nada construyó un imperio de juegos VIP de poker. Millonarios que tenían en sus manos el destino del mundo caían en el vicio de mostrar quien era más fuerte en un juego de cartas y ahí entraba en la ecuación esta mujer, que los organizaba.
Molly me ha caído bien, pese a todo, tengo que decir que es una mujer con mucha visión. Simplemente todo lo que logró lo hizo observando, haciéndose imprecindible y estudiando a cada persona que estaba a su lado. Dentro de todo es una mujer que tuvo principios y procuró mantenerse fiel a ellos, aunque la ambicion o la necesidad de adrenalina la llevaron a equivocarse. También es cierto que estaba en un mundo de hombres y eso la llevó a estar sola y desvalida, aunque sabía salir a flote, cosa que me hizo admirarla por esa fortaleza aguerrida que tenía.
Molly's Game tiene un ritmo trepidante desde el inicio. Vemos el inicio de esta mujer, el entorno sano en que vivió y después la veremos transformarse en esta organizadora millonaria de juegos de poker, aprendiendo que todo juego tiene su momento de retirada y que la vida es mucho más que un juego.