La pelea por el título mundial de la categoría de peso pesado se acerca. Dominic Petrucci vs. Xander Samaras. Dos boxeadores con una larga y contundente trayectoria. Dos hombres con una historia en común, un pasado secreto que volverá a golpearles en la cara con toda ferocidad.
Dominic y Xander se conocieron en el inicio de su adolescencia. Fueron entrenados para ser boxeadores profesionales, y sin poder evitarlo, se enamoraron… Una relación sensual e intensa se desencadenó entre ellos. Se entregaron por completo al exquisito poder de su amor, convirtiéndose mutuamente en una adicción. Pero la felicidad que secretamente lograron construir es interrumpida demasiado pronto y los amantes son separados.
Y ahora, después de diez años distanciados, ninguno de los dos puede olvidar al otro.
Para poder estar juntos, ambos hombres deberán hacer sacrificios y concesiones. ¿Pero acaso por el verdadero amor no se daría todo?
Un padre con ansias de poder, un entrenador resentido y un reportero demasiado avispado, harán que la vida de Dominic y Xander cambie de manera irrevocable.
¿Podrán Xander y Dominic sobrepasar los obstáculos para estar juntos, o seguirán viviendo con la mitad de su corazón y penando por el amor perdido?
Yo ando un poco tristoncilla, pero, no voy a permitir que se haga a más, por qué no esta bien. La tristeza debe de durar muy poco, en cambio la esperanza, esa es la que nos debe perdurar.
Y hablando de esperanza, tengo que deciros que traigo un librooooo.... Me ha puesto los pelos de punta, he llorado y sonreído. Gaby Franz y ENTRE LAS CUERDAS, me ha demostrado una vez más que es una autora multifacética, que te llega al corazón para siempre.
Lo primero que tienen que saber, es que es género LGTB romántica gay con una que otra escena de sexo explicito, y yo no la considero erótica. Lo digo para todos aquellos corazones susceptibles, aunque creo que en esta época ya no deberíamos estarlo, sé que cada uno lee lo que le gusta. Una vez aclarados estos puntos, vamos a comenzar.
Como ya he dicho, estamos hablando de una historia muy dura, en donde se ve el gran trabajo de documentación que ha tenido la mano creativa. Si hay algo a lo que yo le tengo mucho respeto es precisamente al mundo de los deportes, y en específico al del Boxeo.
Gaby Franz se ha ido, no solo a dejar una excelente ambientación, donde podemos comprender este mundo, sino que te hace incluso admirarlo, y si, llevarte hasta un encuentro decisivo en donde lo que se juega es el corazón y la vida de dos hombres que aman y han sufrido por una separación.
Es así que conocemos a Dominic. Un joven marcado por los malos tratos de su padre. Consiente que solamente lo tiene con él, precisamente por lo que es: Un boxeador. Vemos a este joven sufrir por el gran amor de su vida y por qué sabe, que el nuevo encuentro que tenga con él, será en el ring.

Xander por su parte, es lo contrario, en el sentido de que viene de una familia que lo ama y lo apoya. Angustiado por saber que Dominic pueda estar mal, va a demostrar que da igual lo que la vida cobre, si el amor es verdadero, se hacen los sacrificios pertinentes. ¿Qué importa el renombre si no se tiene lo que más se ansia?
Un encuentro en el ring que enfrenta a dos hombres con un mismo sueño. Un campeonato que definirá el destino. Corrupción y mafias pululando al rededor de estos hombres
A todo esto, vamos a disfrutar de otro pareja deliciosa, que además me ha sorprendido y enamorado, que serán los elementos decisivos para que por fin haya un final feliz.
La realidad es que Gaby Franz me ha sorprendido, una vez más. La crudeza de la narrativa en algunos casos, hacen de esta una historia real y palpable. El amor que siente nuestra pareja brilla y late, se siente. Cada personaje, bueno o malo, logra llegarte, O los amas o los odias, no podrás tener un punto medio. Y vivirás realmente ese enfrentamiento, con angustia, con nervios y con dolor.
Esta autora camaleónica me ha vuelto a conquistar, demostrándome por qué sigue siendo una recomendación infalible, cuando se trata de leer alguna de sus obras.
Por mi parte, no me queda más que desearos una ¡Feliz lectura!