TRES MUJERES ATRAPADAS EN UNA MALDICIÓN ANTIGUA
Cuando Clitemnestra se casa con Agamenón, no conoce los rumores insidiosos sobre su linaje, la Casa de Atreo. Pero cuando en la víspera de la Guerra de Troya, Agamenón la traiciona de la forma más impensable, Clitemnestra debe enfrentarse a la maldición que ha devastado a su familia.
En Troya, la princesa Casandra posee el don de la profecía, pero también carga con su propia maldición: nadie creerá nunca lo que ella ve. Cuando tiene una visión de lo que va a pasar en su querida ciudad, no tiene ningún poder para evitar la tragedia que se avecina.
Electra, la hija menor de Clitemnestra y Agamenón, solo desea que su amado padre regrese a casa de la guerra. Pero ¿podrá escapar de la historia sangrienta de su familia o también su destino está unido a la violencia?
Debo advertir que el día de hoy vengo más que exultante. Traigo en mis manos una cosita que me tenía con ansia viva y que ahora que lo he terminado, es que necesito soltar por
esta boquita todo lo que ha despertado en mi ¡Qué es mucho! ¿Me acompañas?
Para muchos de vosotros no debe ser sorpresa que diga que me chiflan los mitos griegos, ya tenemos casi el hilo negro de todas las tragedias que las telenovelas e historias tienen como base, así que solo necesito un buen narrador que me acerque a las cosas que me apasionan.
Conocí a Jennifer Saint con ARIADNA, y cuando me enteré que traía a ELECTRA, sentía que me quemaban las manos y la sangre por caer ante este mito. Nada fácil de
reconciliar por todo lo que tiene alrededor, y sí, caí hasta para leer la sinopsis y supe, sin dudar que me volvería loca si esperaba mucho.
Quiero decirte algo, admito que no es mi mejor momento lector. pasan demasiadas cosas en casa que me tienen sorbido el coco, pero.... eso no quita que me apasionase, que ... ay vamos ha hablar ya de esta maravilla ¡Por los dioses!
Ya tenemos la noción de lo que vamos a tener. Estamos ante una obra que nos habla de los mitos griegos, así que nos vamos a remontar a los griegos, a un pasado con dioses, mucha guerra, pasión y venganza... madre mía... Vamos a tener tres voces principales. Electra, Climenestra y Cassandra. Tres mujeres que de alguna forma también fueron
víctimas sin querer de los actos de Helena, y que ay mi madre... se unen en esta maravilla.
Vamos a conocer a Climenestra antes de casarse hasta su último respiro. Vemos a una joven inocente, aunque con una visión de las cosas muy claras. Vamos a conocer a una madre desgarrada incapaz de perdonar la traición y los actos cometidos, una mujer con ansia de cortar de tajo su dolor, y hacer justicia.
Cassandra, una chica tímida que anhela el regalo de la visión de Apolo, que recibe una maldición, que pierde su voz y en cambio recibe una venganza divina al ver los terrores
que acusaran a los suyos, a ella misma sin poder hacer nada, sin ser escuchada... siendo víctima de todos a pesar del gran amor que siente por ellos.
Electra, hija fervorosa que idealizo y casi divinizó a su padre cuando era muy pequeña. Aferrándose a una imagen infantil de héroe, que la hace ciega al hombre que había en realidad. Una mujer que se vuelve sombra y aguarda, que el dolor es su acompañante y la venganza su esperanza.
¿Tengo que hablar del elenco? Mucho hemos escuchado de lo que fue la guerra de Troya desde ese punto de los guerreros, pero poco hemos visto el interior de aquellos que perdieron más: los que se quedaron o aguardaban los terribles resultados de una guerra
nacida por la traición de una esposa. La realidad es que el rapto de Helena fue el pretexto para una guerra más, en un mundo que vivía para eso.
Pero, si vemos más allá. Las verdaderas historias no son las de los soldados que las cuentas, sino los que están aguardando los verdaderos resultados y aquí tenemos a tres víctimas de todo, pues no hay otra forma de verlo. Una madre que pierde a sus hijos, una hija que aguarda y contempla una traición terrible y la hija ignorada que hace todo por los suyos.
Me encantaría hablarte de todo lo que siento, desmigajar cada punto que he leído.
Personajes tan bien creados, que se sostienen. Imposible no sufrir con Climenestra el desgarro de su alma de madre, o vivir la angustiante soledad y ostracismo que tiene Cassandra, como la pasión de la amante hija que vive una traición de la que debió cuidarla y amarla igual que a su hermana muerte. Son tres formas de ver una misma historia que es que me parece brutal el trabajo que vamos teniendo presente en ELECTRA. Una obra que se vuelve apasionante casi desde el principio, que te lleva a ese pasado ficticio donde con dioses o no las traiciones y el hambre de sangre y venganza son todo en una vida.
Jennifer Saint está subiendo a pasos agigantados los peldaños a ser una de mis divas literarias, su forma de traernos los mitos griegos femeninos, vistos desde una peculiar forma de vivir, su narrativa adictiva hacen que me sienta hambrienta por más de sus historias, deseando ver que nuevas maravillas nos escribirá próximamente. ¡Feliz lectura!