Dejando atrás el encanto rural de Finnshire, la señorita Penélope Fairweather llega a Londres con el ánimo rebosante de ilusiones y sus miras puestas en un sueño. La duquesa viuda de Blackthorne, nada menos, la ha invitado a pasar la temporada en Londres, donde Penélope habrá de encontrar marido.
Así comienzan las peripecias de nuestra heroína, que se dispone a encarar la temporada londinense pertrechada con toda su rústica delicadeza. Por desgracia, su «rústica delicadeza» resulta ser tan sutil como un oso pardo rompiendo un panal infestado de abejas.
Lo que vendrá después será una serie de infortunios, enredos amorosos, bailes a la luz de la luna, ropajes elegantes, bigotes postizos, salteadores de caminos, carteristas, damiselas desdeñosas y un duque endiabladamente guapo pero con muy mal genio.
Llevo rato mirando la pantalla tratando de decidir como hablar de esto que os traigo, no porque tenga sentimientos encontrados porque no los hay, sino porque hoy... tenemos algo
peculiar ¿estamos listos?
peculiar ¿estamos listos?
Hace un par de meses se pusieron en contacto conmigo para ofrecerme la lectura de una pluma que despuntaba en el publico español. La autora ya tenía experiencia en el publico anglosajón. La cuestión es que no pude resistirme ante el título PENÉLOPE: UNA ALOCADA NOVELA DE REGENCIA.
Penélope es una chica de campo e inocente que es invitada a pasar una temporada y buscar marido por la mejor amiga de su madre una Duquesa con gran corazón. Acompañada de su fiel y única mascota, patosa a mas no poder, única para meterse en líos sin buscarlos, valiente hasta que se da cuenta del peligro, esta chica realmente no lo
va a tener fácil para una aventura que parecía del todo inocente y que para ella es el mayor reto de su vida, sobre todo en lo que se trata del mayor ogro jamás conocido aunque venga envuelto en un estuche de hombre bello y perfecto.
va a tener fácil para una aventura que parecía del todo inocente y que para ella es el mayor reto de su vida, sobre todo en lo que se trata del mayor ogro jamás conocido aunque venga envuelto en un estuche de hombre bello y perfecto.
Porque el Duque es el tipo más estirado y orgulloso que hay. Frío a excepción con su hermana que lo manipula con lágrimas rápidamente, este hombre tiene claro que las sonrisas y las risas en su presencia y sobre todo las suyas no son permitidas. Elitista y de mal genio encontrará una firme contrincante en la campestre y bruta chica. A la que
no le tendrá compasión porque de lo contrarío sería romper sus normal que ha establecido como hombre integro y cabezón que cree tener razón en todo.
no le tendrá compasión porque de lo contrarío sería romper sus normal que ha establecido como hombre integro y cabezón que cree tener razón en todo.
El romance ya podría estar puesto. Ella inocente y una fiel contrincante con su inocencia y ciertas hadas madrinas que la sacarán del apuro, haciendo que cada plan del osado Duque se le rompa por cada intento de demostrar lo que él cree que debe ser. Debo decir que la autora juega con las situaciones en momentos absurdas o por otras un poco más complejas que no vulgares, para crear una obra sencilla con bastante humor en esta puesta en escena victoriana.
Debo decir que lo he pasado bien, pero aquí tengo un solo pero. Creo que aunque me gustan las comedias y las obras originales (sobre todo en el género histórico) debo decir que me hubiese gustado no encontrar tantos momentos cómicos, me cansan (por eso no
puedo soportar a los Monty Pyton o a Mr Bing) adoro el humor y la risa fácil, pero también necesito algo de sobriedad en ciertos momentos para que se me haga cuesta arriba la obra.
puedo soportar a los Monty Pyton o a Mr Bing) adoro el humor y la risa fácil, pero también necesito algo de sobriedad en ciertos momentos para que se me haga cuesta arriba la obra.
No por esto PENELOPE, UNA ALOCADA NOVELA DE REGENCIA es una mala obra, de hecho la he gozado pero la he tenido que leer poco a poco, lo que ralentizaba mi lectura. Sin embargo debo decir que realmente se me ha hecho original, sobre todo en ocasiones en que la autora añadía canciones que eran curiosas con ese toque tan suyo. El romance va poco a poco, el ogro tiene capas y la dama tiene que encontrar su propio ser. Acompañada de un elenco particular (ya os digo que hay un maleante y un espía) junto a la mascota que tiene su propia personalidad, esta historia es para pasar el rato y leerse poco a poco para poder sacar risas y sonrisas, que de esta forma os aseguro que se disfruta más.
Anya Wylde va a quedar en mi ojo de mira, sospecho que me va a pasar lo mismo que con Caroline Mickelson. No son autoras que marcan con grandes historias llenas de drama, sino por el desparpajo y un sentido del humor blanco para hacer disfrutar sin más ¡Feliz lectura!