Roberta Lamata se considera, ante todo, una persona normal. Su entorno no lo es tanto, pero ¿y qué? Aunque a veces logran sacarla de quicio, su pintoresca familia y sus peculiares amigas hacen que la vida sea mucho más amena y entretenida. Sobre todo cuando ha tenido tan mala suerte siempre con los hombres.
Harta de raros y mentirosos, cansada de dar oportunidades al amor, Roberta decide cerrar su corazón y únicamente se permite soñar con un chico misterioso con el que coincide repetidas veces, que despierta mariposas en su estómago y del que no sabe nada, pero le gustaría saberlo todo.
Lo que ella no sabe es que el caprichoso destino la llevará a disfrazarse de Spice Girl y conocer a David, un chico torpe, enamorado del cine que, lejos de acoplarse al término normal, resulta encantador y le devuelve la ilusión. Pero cuando su película personal está en pleno rodaje, el destino volverá a jugar sus cartas y el chico misterioso aparecerá en su vida con nombre y apellidos, revolviéndolo todo.
Roberta se verá entonces inmersa en un mar de dudas y, sin ser consciente de ello, volverá a poner en bandeja su corazón para que se hagan un guiso con él. Ese chico misterioso se llama Berto y sus circunstancias personales pondrán en peligro lo que podría ser una bonita historia de amor. ¿Será capaz Roberta de luchar contra las adversidades? ¿Podrá saltarse las estrictas normas de su clandestina empresa familiar? Y lo más importante: si el amor triunfa, ¿Berto será capaz de comprender la naturaleza de su trabajo? Porque al amor lo pintan ciego... pero también loco.

Resulta que viendo títulos de libros me había dado cuenta que febrero fue un mes de llorera entregada, libros intensos y maravillosos que me tenían el corazón roto, así que necesitaba con urgencia cambiar el registro, es así como llegué a un título y una portada... partícular: CON TINTA ME TIENES de Vero
García.
Hablar de esta obra es dejar claro que vamos a encontrar una obra diferente, si es romántica, es contemporánea pero quiero aclarar algunas cosas. Estamos ante una obra de ácido humor negro, es una comedia deliciosa cargada de ironia de catastróficos momentos y de absurdas anécdotas que si se van juntando hacer de una obra diferente, divertida y fresca. A mi me ha encantado.
También me siento en la obligación de aclarar que aunque hay romance, no es uno común, de hecho vamos a ver una pareja distinta e insisto a veces vienen unas causalidades que te dejan perpleja hasta que todo va cerrándose y dices... ahhhhhhhhhhhhhh. Así que no tenemos la historia de amor en donde se ve a la pareja progresar, más bien vemos a una pareja que sale escopetada huyendo del otro en momentos hilarantes que te dejan intentando decidir que ha pasado.
Ahora bien, vamos a hablar de nuestra chica, pues esta obra es en primera persona y no me quejo, porque creo que ese es el chiste. Conocer a Roberta y todos sus pensamientos, son conclusiones, ese maravilloso día a día hace de esta obra algo que se disfrute desde el inicio. Roberta es una chica que de verdad cree que es normal, es leal, una mujer que tienen el sentido de la justicia muy inculcado y vivido en sus entrañabas y bueno es por eso que tiene un trabajo pecualiar del que no voy a hablar. Esta chica está cargada de humor, de ironía y es ella la que nos contará las calamidades catastróficas que su familia ha vivido, anécdotas que te harán reír a carcajadas. Esta chica me ha ganado, me ha hecho reír en más de una ocasión y me han dado ganas de achucharla, porque sí, porque es divertida, porque es humana... porque simplemente es Roberta.
En este caso no quiero hablar de Berto, no porque no sea un buen personaje, es que creo que la esencia del libro es lo que sucede alrededor de Roberta, esos personajes que están ahí y la ayudan a conocer a ese misterioso chico, a ese hombre que ella sueña y por el que daría todo. Me refiero a sus amigas Sara, Alicia y Andrea, las tres mosqueteras, estas chicas que estarán en las buenas, en las malas y en todas las que nuestra protagonista se vea metida con tal de ser feliz con el amor de su vida, y ya os digo que hay historia para rato, para suspiras y decir... ¡No puede ser!
Descubrir CON TINTA ME TIENES ha sido un acierto de cabo a rabo, la ironía, las catástrofes, las causalidades y el humor negro están a flor de piel en una obra que tiene de todo menos personajes normales ¡No los necesitamos!
Vero García ha sido un descubrimiento que me ha dejado pasmada, sonriendo y con ganas de seguir probando esa pluma divertida, ágil, cínica y tan llena de realidad y locura. ¡Totalmente recomendado!
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