Connor había cometido estupideces a lo largo de su vida, pero ninguna
tan colosal como la de una semana atrás en Portree. Una noche de whisky y
desenfreno con una voluptuosa mujer lo había llevado a encontrarse
casado… con su propia prometida. Lo que comenzó como una inesperada
sorpresa estaba a punto de convertirse en el más delirante de los
placeres.
Iona solo quería que la tierra se abriese a sus pies y se la tragase. Por si el encontrarse comprometida con un hombre del que nada sabía por obra y maquinación de su madre no fuera suficiente, la decisión de visitar Dunvegan Castle para romper su compromiso de una vez por todas la llevaría a descubrir lo enredado que puede llegar a ser el destino.
El más inesperado de los encuentros podría conducirlos a ambos en brazos del deseo.
Y ya tenemos la segunda parte de esta serie, y tengo que decir que si la primera les hizo subir los colores, esperen a leer esta parte.
El destino nos hace unas bromas terribles, y otras muy afortunadas, esto siempre es según con el cristal por el que se mire. El despertar al día siguiente y encontrarse sin recordar como ha llegado Iona a esa habitación, sin ropa y encontrarse una nota la ponen con todas sus alarmas alertas haciéndola huir despavorida.
Cuando su madre le dice quien es el misterioso hombre con el que está prometida, decide dejar las cosas claras y de esta manera librarse para siempre del engorroso compromiso, el único problema es que ese asqueroso y maldito hombre al que ya odia solo por estar comprometidos, resulta ser el mismo pecaminoso, viril y sensual hombre con él que compartió días atrás una noche de lujuria.
Nos encontramos con una pareja altamente explosiva, si con alcohol son deliciosos, con la sobriedad de la realidad y una sorpresita nueva, ademas de divertirnos mucho, sentiremos el calor de las venas correr cuando no puedan negar nuevamente la pasión que sienten el uno hacia el otro, teniendo deliciosos y eróticos encuentros.
Iona me ha hecho reír, una mujer que siente que la vida se burla una y otra vez de ella, con una madre muy singular y una historia de su progenitora que la ha puesto en una situación insolíta. La vemos retomar parte de sus tradiciones y creo que tambien encontrarse con ella misma.
Con, bueno, yo que puedo decir de este escoces que tiene muy claro lo que quiere, como lo quiere y que toma sin ningún otro deseo más que el de hacernos suspirar una y otra vez por él.
En definitiva, un libro que definitivamente les encantará y que hará decir. ¡Quiero más!
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