Reseña/2021-13 Al hombre que dejé atrás -Isabella Marín

Una chica regresa a Boston para hacer las paces con su pasado.  

Un hombre acude cada vez que llueve a un bar de soul, se sienta siempre en la misma mesa, se pide una copa de whisky y espera en silencio a que empiece una canción vinculada al pasado. 

Dos existencias vacías. Dos almas desgarradas por la soledad. Un abismo de tiempo separándolos.

El profesor de arte Wesley Holt queda asombrado cuando su más brillante alumna le pide un extraño favor: que uno de sus cuadros sea colocado en la galería del señor de Winter. Para Wesley, de Winter es un hombre de trato difícil, adusto, exigente, seco… No entiende por qué Hayley se empeña en enviarle su mejor y más emotiva obra. Y lo que le parece todavía más extraño, que se la envíe gratis.  Pese a su reserva, intenta persuadir al odioso de Winter para que acceda a tal sorprendente petición.

Al serle mencionado el nombre de la pintora, parecido al de la chica él lleva cinco años buscando desesperadamente, Jesse de Winter, intransigente como siempre, exige ver de inmediato el cuadro. 

Y será delante de la obra llamada Al hombre que dejé atrás..., cuando Jesse será relegado a un pasado más real y más doloroso que nunca.

Llevo un buen rato mirando la pantalla, intentando pensar en como

desarrollar esta reseña y creo que lo más fácil es comenzar es deciros que esta vez estoy segura que me lanzarán a la hoguera con madera verde para que tarde en arder y dure así mi tortura.

¿Que porqué digo esto? Pues es muy fácil, el día de hoy os voy a hablar de una obra que me ha dejado chof, con la que de verdad no he podido empatizar y aunque eso me pone triste, me queda claro que para gustos los colores y que esto es mi opinión, con lo cual no tengo la razón mundial y que seguro más de un@ me dirá que AL HOMBRE QUE DEJÉ ATRÁS de Isabella Marín le ha resultado bello.

El inicio es una pasada, promete una historia intensa que va a desbordar emociones, pero lo cierto es que me quedo con el principio porque después no encontré de forma personal algo que me cautivase. La obra salta en el tiempo al pasado (si, ya sé que es un problema mío al no disfrutar de este tipo de narración), pero en sí ese no es el gran problema, seis años de salto no son mucho para poder llegar a este presente. ¿Cuál es el problema?

No vi evolución, me faltó congruencia en algunas partes. Ella no evoluciona, aclaro, yo no lo noté y él que es un adulto hecho, un hombre que se hizo a sí mismo involuciona. Creo

que con el único personaje que pude empatizar fue la novia y al final ni siquiera eso. Si bien la idea me parece maravillosa, debo admitir que me quede en la zozobra, sin disfrutar más que de parte del final que me sacó un amago de sonrisa.

Lo que si voy a admitir y debo hacer hincapié es que Isabella Marín tiene una pluma ligera, eso es por lo que no puedo decir que no me ha gustado del todo, pues a pesar de todas mis quejas llegué al final en menos de veinticuatro horas, así que espero poder darle una nueva oportunidad a su pluma que seguramente me ha va a enamorar.