Muy
buenas noches mis adorad@s Loc@s del Romance. ¡Ya está aquí una de las
secciones que más nos gustan! El día de hoy tenemos una cita con una pluma que
nos ha robado el corazón, lo ha hecho tiritas y luego nos lo ha devuelto más
fuerte, más sensible y totalmente cautivado con ella.
A.R. Ay,
muchas gracias por dedicarme estas palabras <3
Ella
es Alexandra Roma y solo podemos decir que nos sentimos muy entusiasmadas con
tenerte por aquí. Muchas gracias por aceptar estar en este rincón de locura romántica.
Si alguna de nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto
y disculparnos. Aclarados estos puntos y agradeciéndote tu presencia en este
pequeño rincón nuestro del ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la
entrevista.
A.R.¡Gracias
a vosotras, siempre a vosotras, por dejarme participar en vuestro espacio!
LR.
Alexandra, antes de comenzar directamente friéndote a preguntas sobre tu obra,
cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te conozcan. ¿Cuál es tu
verdadero nombre? ¿De dónde eres? ¿Cómo surgió la idea de tus pseudónimos?
¿Tienen algún significado especial?
A.R. Mi
verdadero nombre es Alexandra, aunque nadie me llama realmente así, navego
entre Sandra y Alex. Nací en Madrid, pero tengo dos pueblos en Cuenca (Villora
y Villar del Maestre) y siempre me he sentido un poquito también de allí y de
Castellón de la Plana, donde pasé mi infancia. En cuanto al pseudónimo, al
principio de escribir tocaba todos los géneros y, cuando Planeta seleccionó Un
océano entre tú y yo, me sugirieron mantener un nombre único para mis novelas
de romántica para no confundir al lector. Me pareció buena idea. Y me puse a
pensar. Mucho. Sin tregua. Buscando algo que tuviese significado. Entonces
llegó Roma. Pasé mi último año de Periodismo estudiando allí y a día de hoy
estoy segura de que fueron unos días que me marcaron para el resto de mi
existencia. Me pareció bonito llevar la ciudad conmigo y así obligarme a no
olvidar nunca sus recuerdos, sus canciones, la sensación de plena libertad. Una
tarde una lectora me pregunto si lo había hecho porque también es amor al revés
y, sinceramente, me pareció una bonita casualidad.

L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y
de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se
oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color
favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría
decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido
o interferido con tu espíritu creador?
A.R.¡Mi
color favorito depende del día! Hoy sería el azul, mañana quizás el rosa. Y sí,
si algo necesito para inspirarme es la música, notas que me remuevan por
dentro, estremezcan y me regalen el sentimiento en el que deseo sumergirme.
Normalmente busco una canción que represente la pareja, la que me lleve a
ellos, y la compagino con BSO de películas. Hay muchas canciones que me han
influido, pero con la novela que estoy ahora mismo es La chica de ayer.
L.R. ¿Cómo te describirías a ti misma? ¿Qué tres virtudes y qué
tres defectos crees que te definen?
A.R. Se me
da muy mal definirme, porque soy como una veleta, pura contradicción, un
interrogante, cambio y creo que cada día desafío lo que creo saber de mí y
descubro algo nuevo. Sin embargo, si tuviese que quedarme con tres virtudes
serían la lealtad, la empatía y la constancia. En cuanto a los defectos, peco
de cabezona, a veces soy demasiado exigente y me evado con facilidad para
desesperación de mi pobre novio. Es lo que tiene vivir entre la tierra y las
nubes (Risas.).
L.R.
Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los escritores y que
nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es conocer la
formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías contarnos
algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho cursos
específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?
A.R. Siempre
quise ser periodista, pero empecé a estudiar enfermería porque tenía más
salidas. Sin embargo, me colaba en las clases de periodismo por impulso, pura
necesidad, así que dejé enfermería y me metí en mi sueño, porque si hay algo
que no quería era quedarme con las ganas. Después vino guion y dirección
cinematográfica. Ningún curso específico para escritores. Todo lo que sé es lo
que he aprendido devorando libros y la imaginación que me nace de dentro.
L.R. Hablando sobre tu trabajo de escritora, imaginamos que
un libro no se escribe en un momento. ¿Cuál es el proceso que sigues para crear
estas joyas de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o
extrasensorial tiene lugar para que des a luz a tu obra?
A.R. Si te
doy sincera durante el proceso me consumo. Primero porque empiezo cosa así de
un millón y medio de historias, por el puro mono de teclear, hasta que doy con
la trama, los personajes y lloro como un bebé. Luego me pongo manos a la obra,
con una estructura muy básica y dejándome llevar por ellos. Les tengo en la
cabeza todo el día. En los atascos. Mientras estoy comiendo. Cuando me ducho.
En el metro… Siempre llevo conmigo una libreta para apuntar por si me quieren
decir algo en el momento más inesperado (Sueno como una loca, lo sé). Empiezo
lento, en el nudo meto el turbo y cuando llega el final vuelvo a reducir la
velocidad porque llevo fatal las despedidas.
L.R. Trasladémonos ahora a un día en la vida de Alexandra Roma ¿Cómo es? ¿A qué
hora del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un
día cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con
investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor
(tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?
A.R. No
tengo una rutina. Intento programarme para escribir al menos cuatro días por
semana cuando estoy sumergida en una historia. Y lo hago a cualquier hora del
día. La investigación/ documentación la llevo a cabo antes de comenzar o los
días libres de escritura. En cuanto a la inspiración, ¡cualquier cosa puede
activarla! Una reflexión de cañas con amigos, un gesto de dos desconocidos en
el metro de Madrid o una canción que no conozco en la radio.
L. R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú
recuerdes) con un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de
qué forma te marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de
tu afición a la lectura y la escritura?
A.R. Por
irónico que parezca de pequeña yo era una de esas niñas que decían que no le
gustaba la literatura sin haberse leído ni un solo libro. En mi pueblo había
una chica, Vanesa, mayor, a la que admiraba por encima de todas las cosas y
ella me dejó un día Harry Potter, comencé y fue como si me descubriese el
universo.
L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay ciertas preguntas que no
podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para ti el hombre ideal? ¿De
qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres una mujer que disfrute de
flores y bombones o prefieres algo menos convencional? ¿Alguna película/libro
favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se transforman...) que
hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que esperas de él? Y lo más
importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene hermanos? (jajajaja)
A.R. El
hombre ideal para mí es alguien que consiga que descubra una nueva manera de
reírme, escuche con todos los sentidos y decida que compartir una vida puede
ser una aventura maravillosa. En mi caso me conquistaron cuando una amiga
pinchó una rueda de un coche, se pararon a ayudarme y el resto lo hizo la
literatura. Lo juro. Yo había publicado con una editorial de coedición Sangre y
corazón y lo presentaba al día siguiente, las chicas que venían conmigo se lo
dijeron, apuntó la dirección en una libreta de Barbie que llevaba encima y al
día siguiente se presentó allí.
Por
otro lado, Disney, Titanic, Spark, toda la romántica me ha influido de un modo
a otro en mi forma de ver el amor. No obstante, cuando lo tienes, cuando
conoces al hombre, te das cuenta que no quieres cosas tan grandes, majestuosas
y épicas, solo cocinar compartiendo tu día a día, ver juntos una serie
acurrucados y, en mitad de la noche, abrazarle y pensar lo afortunada que eres
por encontrar una casa entre sus brazos.
Sí,
tengo pareja, gallego, ojos azules y una hermana que es la caña (Risas).
L.R. Imaginamos que, como escritora de romance, en primer lugar y antes de
decantarte por este género, fuiste ávida lectora de autoras ya consagradas.
Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma especial, haciéndote decidir
escribir novela romántica y no novela negra, fantástica o histórica (o
cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día de hoy, tu principal
referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún género literario en
especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano? ¿Y en novela
romántica, algún subgénero que digas "esto no es para mí"?
A.R. La
verdad es que, igual que decía que no me gustaba leer sin haberme sumergido en
uno, aseguraba que la romántica no era para mí sin haberlo probado. Y no lo
hice con una escritora consagrada si no con Crepúsculo y, para qué lo vamos a
negar, con mis 16 años me enamoré como una loca del vampiro. Así, gracias a él
descubrí que se puede sentir a través de las páginas y ya fue cuando busqué
novelas del género, hasta entonces era más de crímenes e histórica.
No
rechazo ningún género y el que no puedo parar de leer es Flores en el ático.

L. R. Centrémonos ahora en tu trabajo de escritora, lo que a día de hoy es tu
obra publicada. Pero antes de todo esto, antes de decidir publicar tu primer
"¿hay algún secreto oscuro en el pasado de Alexandra Roma? ¿Escribiste
algún artículo para alguna revista, alguna redacción ganadora en el colegio, un
cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de ello?
A.R. La
verdad es que no. Escribía artículos culturales, políticos y con un toque de
humor. Nada que no pueda mostrar, a no ser que hablemos de las cartas de amor
que escribía de pequeñas a los de mi pueblo. Cartas que, espero, mis amigos
hayan quemado o me tocará asesinarles(Risas).
L.
R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en
terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de
cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida? ¿Recuerdas el momento en que la
escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"?
¿En qué momento decides compartir esta con el mundo?
A.R. Mi
primera novela fue Sangre y corazón (reditada con Click ediciones este año).
Surgió después de que leyese un libro romántico cuyo final me horrorizó. Decidí
ponerme detrás de las teclas y dar vida a los personajes que llevaban tiempo
pidiéndomelo en la cabeza. Me fascinaban los campos de concentración y tuve
claro que empezaría con ellos. Decidí compartirlo con el mundo por la necesidad
de que ellos no murieran con el punto final, que de algún modo siguieran en las
personas que les volviesen a dar vida en su imaginación.
El
personaje que más dolores de cabeza me ha dado es Louis de esa novela. No podía
entender su crueldad y cuando me metía en su piel sentía ganas de vomitar, de
sacármelo y terminar sus partes.
Mi
escena favorita es la escena que comparten Julien y Jeremy al final de El Club
de los Eternos 27. Creo que nunca se me había acelerado tanto el corazón, tenía
la piel de gallina y me faltaba el aire. Cuando terminé no podía moverme, ni
respirar y sentía que estaba rota por dentro. Fue brutal sentirles de ese modo,
como si les tuviese a mi lado, existiesen y solo tuviese que dejarme llevar. Ellos.
Para todo y para siempre.
L.
R. No podemos (ni queremos) olvidarnos de tu bilogía AURA CAMBIA SUS ZAPATILLAS
POR ZAPATOS DE TACÓN. ¿Cómo nacen estos personajes? ¿Cómo surge en general la
idea de esta bilogía? Y ahora, entre nosotras, dinos: ¿¿Qué es lo que más
te costó escribir y lo que más disfrutaste? ¿De dónde sacas tus ideas para esas
escenas de alto contenido erótico? ¿Te resulta difícil escribirlas?
A.R.¡Aura
nació en un atasco en Madrid! En la radio hablaban de la etapa universitaria y
me vino su voz, tan viva, tan eléctrica, tan original. Tan suya. Supe que
quería compartir cada uno de sus pasos y regresar a un momento que creía
cerrado de su mano. Lo que más me costó escribir fue el final, porque después
de tanto tiempo no quería decirle adiós nunca, y disfruté todas y cada una de
las escenas de Víctor hasta acabar un poco enamorada de él. El contenido
erótico salía solo, fluía, natural, era parte de su relación y lo veía tan
bonito, tan sentimientos reales, que no me costó nada.
L.
R. Nos has rato el corazón con el CLUB DE LOS ETERNOS 27. Una obra
que vemos a
través del tiempo ¿Nos cuentas como es que se creó esta maravilla? ¿Cuál de
todos esos momentos es tu preferido? ¿De todo lo que acontece qué instante fu
el que más te marcó?
A.R. El Club
de los 27 era una idea que tenía en mente desde que trabajé en una ficción
nacional. Había una actriz que no estaba pasando su mejor momento y, aun así,
la machacaban. Me miró y me dijo que algún día tenía que escribir sobre la cara
oculta de la fama. Guardé la reflexión y una mañana en el coche (me estoy dando
cuenta que mi coche alberga musas) sonó una canción de Justin Bieber en la que
recuerda que es una persona. Real. Y Julien apareció de golpe para darme los
meses más maravillosos de escritura que he tenido en toda mi vida. Todos sus
momentos me gustan, porque para mí él ha sido, es y será, el personaje que se
quedó con una porción de mi alma, pero si me tuviera que quedar con uno es se
abraza con Jeremy y su madre, en su peor momento, con Crysta como testigo,
ejerciendo de anticipación, queriéndole de ese modo incondicional.
L.
R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o personas con las que te
cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu imaginación? ¿Cómo y de dónde
salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con sus vidas?
A.R. La
verdad es que no. Cojo rasgos. Gestos. Voces. Sin embargo, ellos en su
totalidad solo existen en mi mente como un dibujo borroso que cada vez se
vuelve más claro hasta que les veo.
L.
R. Y ya para terminar (la entrevista ha sido larga, lo sabemos), te dejamos
este espacio para que dediques unas líneas a nuestros lectores.
A.R.¿Qué
deciros? Que lo único que busca un escritor es provocar que nazca una emoción.
Que sintáis. Y eso es lo que yo intento, que no sean ficción si no realidad,
que os los quedéis dentro y que, de un modo u otro, les hagáis eternos. Ojalá
nos encontremos en las letras.
Hasta
aquí nuestras preguntas, Alexandra Roma. Te agradecemos muchísimo el tiempo que
has dedicado a contestarnos, sabemos que eres una persona muy ocupada y esperamos
(y deseamos con todas nuestras fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre
manos, te reporte el mayor éxito del mundo.
A.R. Muchísimas
gracias a vosotras por recibirme y tratarme siempre con tanta calidez, ha sido
un verdadero gustazo responder a esta entrevista.
Un
abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta pronto!