Entrevista Marion S. Lee

Muy buenas noches Loc@s del Romance. ¡Ya llegó una sección que nos encanta! El momento de descubrir y acercarnos a las plumas que crean y enamoran entre sus páginas. Esta vez no podía ser menos, así que no hago esperar más y os presento a este talento literario.

Marion S. Lee, bienvenida al rincón de locura romántica, esperamos que te sientas en familia y agradecemos que quieras participar con nosotros.

Si alguna de nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto y disculparnos.

Aclarados estos puntos y agradeciéndote tu presencia en este pequeño rincón nuestro del

ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la entrevista.

LR. Marion, antes de comenzar directamente friéndote a preguntas sobre tu obra, cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te conozcan. ¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿De dónde eres? ¿Cómo surgió la idea de tus pseudónimos? ¿Tienen algún significado especial?

M: Buenas noches ante todo y gracias por darme la oportunidad de estar aquí hoy, con vosotras. Bueno, pues comienzo con tus preguntas. Mi verdadero nombre es Carol, y soy de Cádiz. Mi pseudónimo, que uso hace ya veinte años, surgió cuando comencé a escribir y publicar en internet. Por aquel entonces lo hacía en foros y grupos de una de mis series favoritas. Pese a que los primeros relatos los publiqué con mi verdadero nombre, me surgió la idea de comenzar a hacerlo con un pseudónimo. Para ello elegí el nombre de una de mis heroínas de películas de todos los tiempo, la protagonista de “En busca del Arca perdida”, Marion Ravenwood. La S es la inicial de otro de mis personajes favoritos de “Expediente X”, y el Lee… bueno, el Lee fue un “regalo”. Mi hermana también escribía por aquella época y ella ya usaba pseudónimo  y tenía el Lee en él, así que le pregunte cuál podía usar y me sugirió que también usara ese apellido, que sonaba bien. Y así surgió Marion S. Lee.

L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido o interferido con tu espíritu creador?

 M: Mis colores favoritos son el turquesa y el violeta. Los uso siempre que puedo. Es más, en verano casi todo mi armario varía entre esos dos tonos. No soy de escuchar música mientras escribo, pero sí que me gusta buscar canciones para tal o cual momento de la novela en la que esté trabajando en ese momento, incluso a la pareja protagonista tiene su propia canción. Mi grupo favorito de música desde que era una adolescente es Queen, y sí, su música me ha ido influyendo a lo largo de mi vida.

L.R. ¿Cómo te describirías a ti misma? ¿Qué tres virtudes y qué tres defectos crees que te definen?

M: Ufff, esta es complicada. Una no suele echarse flores, pero vamos a intentarlo. Como defectos te diría que soy muy cabezona y que me gusta llevar la razón, aunque no soy demasiado intransigente. Soy muy visceral, y apasionada, para lo bueno y para lo malo. Y tardo bastante en que se me pase un enfado. En cuanto a mis virtudes, pienso que soy trabajadora, muy perfeccionista y gran amiga de mis amigos.

L.R. Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los escritores y que nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es conocer la formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías contarnos algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho cursos específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?

M: Pues estudié un grado superior de Relaciones Públicas, y también comencé la carrera de Psicología, pero la tuve que dejar porque empecé a trabajar y ya no daba más de mí. En cuanto a cursos específicos de escritura no, no he hecho ninguno. No sé si se podrá catalogar como talento natural, como tú lo llamas, pero sí que hay mucho trabajo y mucho estudio individual detrás. Cuando me embarco en algo, me gusta hacerlo lo mejor posible, así que tengo decenas de libros sobre cómo escribir narrativa; sobre normas, que siempre tengo a mano… Soy curiosa y, como trato de hacer las cosas bien, intento informarme y leer sobre ello.

L.R. ¿Cuál es el proceso que sigues para crear estas joyas de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o extrasensorial tiene lugar para que des a luz a tu obra?

M: El germen de una novela no sé de dónde sale; surge, sin más. Tal vez de una vivencia, de una frase, de una canción… no lo sé. Pero, a partir de ahí, cuando ya tengo esa idea inicial, soy muy concienzuda: comienzo un esbozo de escaleta, con las escenas que van surgiendo en mi cabeza, sin orden ni concierto y hago la ficha de personajes. Con esto, comienzo el proceso de investigación y documentación. Intento contactar personalmente con aquellas personas que me puedan orientar en algún tema que se trate en la novela. Y, a partir de ahí, trato de ordenar ideas y de ir enumerando escenas. Solo comienzo la novela cuando tengo, al menos, un tercio del esquema claro.

L.R. Trasladémonos ahora a un día en la vida de Marion S. Lee ¿Cómo es? ¿A qué hora del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un día cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor (tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?

M: Mi hora para trabajar es, principalmente, por la noche, cuando ya todos en mi casa están en silencio. Es cuando me siento más tranquila. Pero, si tengo tiempo, durante el día, trato de arañar cualquier minuto y sentarme frente al ordenador. Tal vez en esos momentos no escriba, pero los utilizo para buscar documentación, atender las redes sociales y hacer algún elemento promocional. Creo que, en total, podrían ser como unas siete horas de trabajo a lo largo todo el día. ¿Que qué  sirve de inspiración? La verdad es que no lo sé. Supongo que la vida misma.

L. R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú recuerdes) con un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de qué forma te marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de tu afición a la lectura y la escritura?

M: Siempre he tenido un libro en las manos. En mi familia han sido una constante. Mi abuelo tenía una gran biblioteca y a mí me gustaba “robarle” algún libro para hacer mis copiados con seis o siete años. Me gustaba especialmente las Rimas y Leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer. Luego, he tenido la suerte de compartir afición con mis hermanas; nos intercambiábamos las novelas y nos sugeríamos lecturas. 

L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay ciertas preguntas que no podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para ti el hombre ideal? ¿De qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres una mujer que disfrute de flores y bombones o prefieres algo menos convencional? ¿Alguna película/libro favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se transforman...) que hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que esperas de él? Y lo más importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene hermanos? (jajajaja)

M: ¡Uy, cuántas pregunta! ¡Jajaja! Pues mira, sí, encontré a mi hombre ideal hace muchos años, y tengo la suerte de que complementa a la perfección. Y sí, tiene hermanos, pero tampoco está en el mercado, ¡jajaja! Pero respondiendo a tus preguntas: mi hombre ideal es aquel que te valora, que te respeta y que te quiere por lo que eres y no solo por cómo eres físicamente. Que te mira como si fueras lo más preciado del mundo. Te diré que yo esperaría que me conquistaran tal y como lo hicieron: con risas, con paseos y largas charlas, con confidencias… También con ternura. En cuanto a lo de los regalos, yo disfruto con todo lo que se haga de corazón: con flores, con bombones, con una entrada para el cine, con una cena en cualquier sitio, con una palabra bonita y una mirada…

No sé si hay alguna película o algún libro que haya influido en mí a la hora de ver el amor. Me gustan las novelas románticas, y las películas también… Bueno, ahora que lo pienso ¿decirte “La Guerra de las Galaxias” y la relación entre Han y Leia cuenta? Jejeje.

L.R. Imaginamos que, como escritora de romance, en primer lugar y antes de decantarte por este género, fuiste ávida lectora de autoras ya consagradas. Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma especial, haciéndote decidir escribir novela romántica y no novela negra, fantástica o histórica (o cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día de hoy, tu principal referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún género literario en especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano? ¿Y en novela romántica, algún subgénero que digas "esto no es para mí"?

M: ¡Ufff! Fui —y soy— ávida lectora de romántica desde hace más de veinticinco años. Por mis manos han pasado muchas autoras y muchas novelas, la mayoría que ya ni recuerdo. Me marcó mucho en su momento Johanna Lindsey y Jude Deveraux. Fueron de ellas las primeras novelas que leí y las que sembraron en mí el gusanillo por la novela romántica. Antes había sido lectora de novelas de suspense y terror —Stephen King y Agatha Christie, por ejemplo, me siguen gustando muchísimo—. El libro que no puedo parar de leer no es una novela romántica, es “El último Catón” de Matilde Asensi. Adoro a esta mujer y mi aspiración es llegar a escribir algún día como ella.

Un género que tengo clarísimo que no es para mí es el que ahora se ha dado por denominar “amor oscuro”, en donde se producen escenas de violencia sexual o física hacia la mujer. No, no podría escribir un protagonista masculino que veja de alguna manera a la mujer. No es para mí.

L. R. Antes de decidir publicar tu primer "libro ¿Escribiste algún artículo para alguna revista, alguna redacción ganadora en el colegio, un cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de ello?

M: Claro que os hablo de eso, por supuesto. A ver, mi primera novela como tal la escribí con catorce años, cuando acababa de terminar la primaria. Luego, en el bachillerato, escribí varios relatos que gustaron mucho. Mi afición quedó dormida hasta muchos años después, cuando retomé mi afición al descubrir internet y encontrar cientos de relatos escritos por fans sobre series y libros. Ahí fue cuando me dije que yo también podía hacer eso y retomé la escritura. Eso fue en 1999 y hasta hoy.

L. R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida? ¿Recuerdas el momento en que la escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"? ¿En qué momento decides compartir esta con el mundo?

M: Como ya te he comentado, yo retorné al mucho “escritoril” con relatos en donde los protagonistas eran los mismos de mi serie favorita —fanfics, se llaman—. Escribí docenas de ellos, pero un día, mis amigas me empujaron a dar el paso, apartar esos personajes que no eran míos y crear unos propios, originales. Así nació “Sueña conmigo”, mi primera novela, escrita en 2004. Tardé bastante en escribirla, no sabría decirte cuántos meses, puede que cerca del año. En el primer boceto no estaba Danny, el ex novio de ella, y cuando surgió fue un dolor de cabeza (para bien, se entiende). Mi escena favorita es la del baile en el club de jazz; está llena de sensualidad y me sigue poniendo los pelos de punta cuando la leo. Aunque también hay otra escena que me gusta especialmente, que se desarrolla en un cementerio. Es puro sentimiento.

Entonces decidí presentarla a un concurso en 2005, cuando aún no existían los ebooks ni los libros digitales. En aquel certamen solo publicaban en papel a la ganadora, y “Sueña conmigo” quedó finalista. Y ahí quedó olvidada, aunque traté de presentarla a otras editoriales, las cuales solo estaban interesadas en vampiros y hombres lobos, que era lo que entonces se llevaba debido al boom de

“Crepúsculo”. No fue hasta 2016, con un mail de Lola Gude, editora de Selección Bdb, que me preguntaba si yo era la autora de una novela que tenía guardada desde hacía mucho tiempo y que si me interesaba publicarla con ellos. No olvidaré ese día mientras viva.

L. R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o personas con las que te cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu imaginación? ¿Cómo y de dónde salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con sus vidas?

M: Siempre. Lo necesito para describirlos. Casi siempre son actores y actrices que me gustan, bien ellos o bien algún personaje que hayan interpretado. Bueno, todos menos mi último personaje masculino, que se presentó sin decir nada y sin yo conocerlo de antemano. Fue verlo en la tele y decirle a mi pareja “¿Qué demonios hace Sergei jugando al fútbol?” Fue muy divertido el proceso de “elección” de su rostro, puesto que no encontraba a uno que encajara con él y con la idea que yo me había hecho en mi mente. Fue conocerlo y enamorarme sin remedio, jajaja.

  

L. R. Y ya para terminar te dejamos unas líneas para que puedas dedicarlas a nuestr@s lector@s.

M: Solo  darles las gracia por dedicarme estos minutos a leer esta entrevista y gracias también si decidís leer mis novelas y mis historias. Y a ti, Naitora, por darme la oportunidad de compartir este ratito con vosotras.

  

Hasta aquí nuestras preguntas, Marion S. Lee. Te agradecemos muchísimo el tiempo que has dedicado a contestarnos, sabemos que eres una persona muy ocupada y esperamos (y deseamos con todas nuestras fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre manos, te reporte el mayor éxito del mundo.

  

Un abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta pronto!