Entrevista a Susana Herrero (Autora del mes)

Muy buenas noches mis adorad@s Loc@s del Romance. ¡Ya está aquí! Es un hecho, nuestra autora del mes de febrero es una pluma que ha llamado la atención de forma

demencial y que nos ha hecho un pequeño hueco para disfrutar de su compañía.

Susana Herrero, muchas gracias antes que nada por aceptar estar en este rincón de locura romántica. No sabes la emoción tan grande que tenemos. Si te parece entramos ya mismo al lío.

Si alguna de nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto y disculparnos.

Aclarados estos puntos y agradeciéndote tu presencia en este pequeño rincón nuestro del ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la entrevista.

LR. Susana, antes de comenzar directamente friéndote a preguntas sobre tu obra, cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te conozcan. ¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿De dónde eres? ¿Cómo surgió la idea de tus pseudónimos? ¿Tienen algún significado especial?

¡Hola! Lo primero, muchísimas gracias por contar conmigo. Y, ahora sí, vamos al lío. Susana Herrero es mi nombre real, no uso seudónimo, y soy de Bilbao.

L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido o interferido con tu espíritu creador?

Mi color favorito es el azul (en todas sus variantes) y la música que más me inspira es la de la década de los ochenta y noventa. No hay ningún grupo o solista en concreto, me flipa toda la música de esa época, tanto en inglés como en castellano, pero si tuviera que elegir a un grupo al azar con el que pasar el resto de mi vida, diría Mecano.

L.R. ¿Cómo te describirías a ti misma? ¿Qué tres virtudes y qué tres defectos crees que te definen?

Mmm, pues empecemos por los defectos. Soy muy cabezota, autoexigente (creedme, es algo malo, porque soy mi peor enemigo) y me enfado con facilidad. Y en cuanto a mis virtudes… Muy trabajadora, protectora y cariñosa con la gente a la que quiero y jovial.

L.R. Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los escritores y que nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es conocer la formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías contarnos algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho cursos específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?

Yo estudié Derecho Económico. Es una «modalidad» que hay (o había en mi época, no tengo ni idea de cómo están las cosas ahora) en la Universidad de Deusto donde obtienes la licenciatura en Derecho y una «diplomatura» en Económicas. Después estudié un Master de Auditoria y trabajé como auditora de cuentas durante muchos años. Hasta que empecé a escribir. Y vuelta de nuevo a estudiar, jeje. He hecho varios cursos de escritura (el último, un curso de estilo a finales de 2021) y me formo casi a diario.

L.R. Hablando sobre tu trabajo de escritora, imaginamos que un libro no se escribe en un momento, con tus obras nos sorprendes y emocionas con novedades y nuevas historias. ¿Cuál es el proceso que sigues para crear estas joyas de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o extrasensorial tiene lugar para que des a luz a tu obra?

Para mí es superimportante convivir con los personajes, hacerlos reales en mi cabeza

durante un tiempo. No durante un día ni dos. Durante semanas. Y a partir de ahí comienza a fluir todo lo demás.

L.R. Trasladémonos ahora a un día en la vida de Susana Herrero ¿Cómo es? ¿A qué hora del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un día cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor (tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?

Me pongo a escribir a primera hora de la mañana, en cuanto desayuno. Las horas que dedico a escribir depende mucho del momento en que me encuentre. Si estoy comenzando el manuscrito, me lo tomo con calma (tres o cuatro horas de puro tecleo); sin embargo, si estoy en la recta final voy a tope y puedo estar incluso doce horas delante del ordenador. Y luego están las musas, jeje, hay días en que estoy inspirada y no me despego del teclado, pero hay otros días en que las palabras no salen y es entonces cuando me dedico a otras cosas. Pensar, investigar, planificar escenas… Lo que más me inspira, sin ninguna duda, es la música. Salir a correr y escuchar música. Siempre hay música en mi ordenador.

L. R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú recuerdes) con un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de qué forma te marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de tu afición a la lectura y la escritura?

No sé qué edad tenía, ¿unos diez años? Pero sí recuerdo el libro: La historia interminable. Me lo regaló mi abuela y con él descubrí lo que era LEER, así que si tengo que echar la

culpa a alguien de mi afición por la lectura es a ella, porque era la que me compraba los libros, uno detrás de otro. Y en cuanto a la escritura… fue algo que vino de repente, sin avisar.

L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay ciertas preguntas que no podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para ti el hombre ideal? ¿De qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres una mujer que disfrute de flores y bombones o prefieres algo menos convencional? ¿Alguna película/libro favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se transforman...) que hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que esperas de él? Y lo más importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene hermanos? (jajajaja)

Para mí el hombre ideal es que quiere de verdad. El que está enamorado de su pareja hasta las trancas. Lo demás es secundario. Y así es como se me conquista, demostrándome el amor. ¿Flores y bombones? Me los compro yo, jejeje. No, a ver, me gusta que me regalen flores y bombones, claro que sí, pero no es la manera de enamorarme, porque también puedo comprármelos yo. Soy bastante independiente en ese sentido. A mí me enamoras queriéndome día a día, no comprándome cosas. Encontré a esa persona en la adolescencia (tiene un hermano, jajajaja) y aún continúa a mi lado (de hecho, ha sido él quien me ha chivado mis defectos, jeje). Mis libros favoritos son los de fantasía con toques de romance, por supuesto. Siempre tiene que haber romance. Y los sports romance adoro también.

L.R. Imaginamos que, como escritora de romance, en primer lugar y antes de decantarte por este género, fuiste ávida lectora de autoras ya consagradas. Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma especial, haciéndote decidir escribir novela romántica y no novela negra, fantástica o histórica (o cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día de hoy, tu principal referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún género literario en especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano? ¿Y en novela romántica, algún subgénero que digas "esto no es para mí"?

«Tenías que ser tú» y «Este corazón mío», de Susan Elisabeth Philips, me marcaron, sin

ninguna duda. Son los libros que más veces he leído y son mis referentes, aunque hace tiempo que no los leo, porque no quiero que se pierda la magia. Creo que todo tiene su momento y me da miedo leerlos ahora y darme cuenta de que ya no significan lo mismo. No sé si me explico, es raro. Y también «Cazadores de sombras», de Cassandra Clare, y cualquiera de Jennifer Armentrout. Librazos donde los haya. Rechazo el terror, no puedo con él. Soy demasiado miedosa, en plan, que por las noches no puedo sacar el pie fuera de la cama… En cuanto a subgénero de romántica… Creo que me gusta todo. J

L. R. Antes de decidir publicar tu primer "libro" ¿hay algún secreto oscuro en el pasado de Susana Herrero? ¿Escribiste algún artículo para alguna revista, alguna redacción ganadora en el colegio, un cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de ello?

Nada de nada. Antes de primer libro no había escrito nada en absoluto. Es muy loco todo.

L. R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida? ¿Recuerdas el momento en que la escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"? ¿En qué momento decides compartir esta con el mundo?

Fue «Los saltos de Sara». No sé ni cómo surgió la idea, la verdad. Porque antes de ponerme a escribir conviví con los personajes en mi cabeza durante años. Yo ni siquiera sabía que se convertirían en un libro hasta que lo hicieron. Fue la única manera de que salieran de mi cabeza. Oliver Aston es el personaje que más dolores de cabeza me ha dado. Es muuuy complicado y de hecho hay muy pocos capítulos escritos desde su punto de vista porque me costaba horrores; en serio, no lo entendía ni yo, jajaja. No tengo una escena favorita, tengo un montón y creo que eso es parte de la magia de escribir. Si una

escena no me convence o considero que es «de relleno» tiendo a eliminarla. Me gusta que todas tengan algo que las haga especiales. Me gusta pensar en mis libros y que un montón de escenas se peleen por ser mis favoritas. Tambiés os digo que es por este tipo de cosas por las que me complico taaanto la vida.

L. R. Dentro de tu obra, creemos que merece mención especial tu serie Cabana. Estos hermanos que han conquistado desde el momento uno a un montón de lectores y que sigue abriéndose paso entre los que aún no los conoce (Te confieso me resistí hasta que no pude más y me declaro fan actualmente). ¿De qué forma surgió la idea? ¿Qué personaje te marcó de forma más especial? ¿Cuál fue el que más problema te supuso? ¿Cómo es que una familia tan variopinta clamaba en tu cabeza? Y aunque esté mal la pregunta. Entre ellos ¿tienes alguno preferido? ¿Tienes alguna anécdota con respecto a alguna de estas historias al momento de escribirla?

La idea surgió sin más como una novela autoconclusiva, yo quería escribir sobre un socorrista y ahí empezó todo. Solo existían Alex St. Claire (el socorrista, jeje) y Priscila Cabana; no había hermanos. Ellos llegaron después, mientras escribía la historia, como un torbellino y sin avisar. El personaje que más me ha marcado es Dylan Carbonell y el que

más problemas me puso fue Adrián Cabana. Quizá también por ser el último… no sé. Soy una persona muy familiar y que encantan las casas llenas de gente, creo que por eso los Cabana salieron de mi cabeza, porque ellos soy yo en estado puro. Mi personaje favorito es Hugo Cabana, sé que no debería, pero lo es.

L. R. Hemos visto que en tu obra No es amor, es Diciembre unes de alguna forma dos personajes que pertenecen a tus dos series. Por un lado el chico que viene de Sara y ella que es Cabana. ¿nos cuentas como surge esta maravillosa idea? ¿Es posible que en tu mundo narrativo podamos ver personajes que se entrelazarán en un futuro?

Esto fue una locura. Aunque publiqué antes No es amor, es diciembre, lo cierto es que lo escribí después de Aquel último verano. Me encontraba en el epílogo del libro, en el Peñón de Calpe, y de repente apareció Adam por allí. Llamé a una amiga y le dije: «¡Tía! Que he visto a Adam en el epílogo de Pris y Alex». Fue una pasada y las cosas comenzaron a encajar. Surgieron los primos Cabana y el resto es historia. Me encanta entrelazar personajes y es algo que voy a hacer siempre. Me gusta pensar que todos ellos existen en un mundo paralelo y que se van encontrando.

L. R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o personas con las que te cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu imaginación? ¿Cómo y de dónde salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con sus vidas?

Todo sale de mi imaginación, pero sin duda las personas que me rodean me influyen de alguna manera, me dan matices. Sí suelo poner cara a mis personajes, en mi cabeza desde luego que sí, y con personas reales pues según. Casi todos tienen cara «real» (actores, modelos…), pero hay alguno que tal y como yo me lo imagino en mi cabeza no lo he encontrado. Como por ejemplo, Daniel Summers. No hay manera de dar con alguien como él.

L. R. Y ya para terminar (la entrevista ha sido larga, lo sabemos), te dejamos un espacio para que escribas unas líneas a nuestr@s lector@s. 

Quiero aprovechar este espacio para daros las gracias a todas aquellas personas que me acompañáis día a día en esta aventura. En verdad hay días en que sois una inyección de fuerza e ilusión. Estoy deseando que nos encontremos de nuevo entre las páginas de un libro. ¡Abrazo!

Hasta aquí nuestras preguntas, Susana. Te agradecemos muchísimo el tiempo que has dedicado a contestarnos, sabemos que eres una persona muy ocupada y esperamos (y deseamos con todas nuestras fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre manos, te reporte el mayor éxito del mundo.

¡Muchísimas gracias! ¡Besis!

Un abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta pronto!