Entrevista a Ana Álvarez

Buenas noches Locas del Romance. ¡Ya llegó la primera entrevista a nuestra autora del mes! Una de las secciones que más nos gustan en el blog, porque podemos traer de cerca a esa pluma creadora en su parte humana.

Esta vez no iba a ser diferente, así que nos embarcamos en un viaje a un café en donde nos espera una mujer de mirada tranquila y sonrisa dulce. Una autora que guarda secretos tras las gafas y que espera paciente a por nosotros.

L.R. Hola Ana Álvarez, bienvenida a Locas del Romance. ¡Quedas avisada que la locura se contagia! Ahora si, fuera bromas te agradecemos el tiempo que nos estas dando.

Si alguna de nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto y disculparnos.

A.A No tengo inconveniente en contagiarme de un poco de locura de vez en cuando. Aunque no lo parezca me gusta hacer cosas locas a veces.

Aclarados estos puntos y agradeciéndote tu presencia en este pequeño rincón nuestro del ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la entrevista.

LR. Ana, antes de comenzar directamente friéndote a preguntas sobre tu obra, cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te conozcan. ¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿De dónde eres? ¿Cómo surgió la idea de tus pseudónimos? ¿Tienen algún significado especial?

A.A. Mi nombre es Ana María Álvarez, solamente he suprimido el María

a la hora de publicar. Lo cierto es que siempre pensé que si alguna vez lo hacía sería bajo pseudónimo para que nadie me conociera; pero una vez que me decidí a dejar que otros leyeran mis novelas, cosa que me costó mucho porque era como desnudarme en público, me dije que si había dado ese paso lo daba al completo y publicaba con mi verdadera identidad.

Soy de Sevilla, siempre he vivido aquí, de hecho apenas me he movido calle arriba o calle abajo del mismo barrio.

L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido o interferido con tu espíritu creador?

A.A. Mi color favorito siempre ha sido el azul, sereno y discreto, pero en los últimos años mi gusto se decanta más por los tonos más alegres, rojos, anaranjados o turquesas.

Me gusta todo tipo de música, según para qué y en qué momento, con excepción del hip hop. Es la única que no soporto, aunque mi favoritas son las baladas en español para escuchar en disco. Los conciertos de música clásica y la ópera me encantan, pero en el teatro. La salsa para bailarla.

No uso la música para escribir, para eso debo estar en silencio, aunque es cierto que alguna que otra canción me ha inspirado escenas de novelas.  Una canción de Luciano Pereyra tuvo la culpa de que ¿Solo amigos? empiece como lo hace. La escuché, me encantó y me hizo darle la vuelta a la historia, que ya estaba prácticamente terminada.

L.R. ¿Cómo te describirías a ti misma? ¿Qué tres virtudes y qué tres defectos crees que te definen?

A.A. Ufff virtudes, no sé, creo que eso son otros los que deben decirlo. Yo solo puedo contarte que para mí la lealtad es algo muy importante y por lo tanto trato de aplicarlo a mi vida.

Defectos, pues muchos. Cabezota cuando creo llevar la razón. Soy desconfiada y me cuesta abrirme a los demás. Tampoco soy generosa con el perdón, si alguien que me importa me hace daño dudo mucho que perdone ni olvide. Pero tiene que importarme, si no es así,  me resbala todo.

L.R. Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los

escritores y que nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es conocer la formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías contarnos algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho cursos específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?

A.A. No he hecho ningún curso específico para escritores, pero tuve la suerte de estudiar en un sistema educativo fuerte, donde te preparaban a conciencia. Cursé hasta Bachiller Superior en la rama de letras, porque odiaba las matemáticas. Tuve profesores muy estrictos a los que debo mi formación gramatical y literaria, de la que aún me valgo a la hora de escribir. Luego estudié Administrativo, donde aprendí entre otras cosas taquigrafía, sistema en el que aún escribo las escenas “importantes”.

No estoy en contra de los cursos para escritores, pero creo que yo hice el mejor que existe, que es leer desde que aprendí con cinco años, todo tipo de cosas.

L.R. Hablando sobre tu trabajo  de escritora, imaginamos que un libro no se escribe en un momento prolífica.¿Cuál es el proceso que sigues para crear estas joyas de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o extrasensorial tiene lugar para que des a luz a tu obra?

A.A. En primer lugar la idea tiene que llegar a mi cabeza, y eso puede suceder de varias formas. Una idea, una trama, pero casi siempre son los personajes los que me llaman. Una vez decidido cómo van a ser los personajes y el tipo de relación que inicialmente tienen entre sí, les pongo cara y voy creando una trama muy escueta. Si esta se desarrolla en un ámbito que no conozco, investigo y me documento un poco, lo suficiente para empezar. Tomo algunas notas que voy a necesitar y empiezo a escribir. Pero debo confesar que la historia casi nunca acaba como inicialmente la había ideado, los personajes van creciendo y madurando y a veces escapan de mi control. También sucede que nuevas ideas van surgiendo a lo largo del proceso de escritura. Por eso la planificación inicial de la novela nunca es minuciosa, porque sería trabajo perdido.

L.R. Trasladémonos ahora a un día en la vida de Ana Álvarez ¿Cómo es? ¿A qué hora del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un día cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor (tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?

A.A. Normalmente me levanto temprano, sobre las seis de la mañana. Es el momento en que me encuentro más inspirada para escribir, aproximadamente hasta las ocho. Luego cambio de actividad  y me sumerjo en la rutina diaria: casa, familia, y otras ocupaciones, hasta aproximadamente las siete o las ocho de la tarde en que vuelvo a retomar la escritura, o las labores de investigación según sea necesario.

De inspiración me suelen servir todas y cada una de las cosas que observo y vivo cada día. Pienso que no hay nada más interesante que la vida misma; de hecho mis novelas están salpicadas de experiencias propias y otras que me han contado para que las incluya en mis historias.

L. R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú recuerdes) con un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de qué forma te marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de tu afición a la lectura y la escritura?

A.A. Siempre me recuerdo con un libro entre las manos y creo que la persona que me dio los primeros fue mi tía, a la que también le encantaba leer. Su casa era un paraíso lleno de libros, y yo pasaba allí mucho tiempo. Hoy estaría muy orgullosa de que tanto su hija Mar como yo, nos dediquemos a escribir, además de leer.

L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay ciertas preguntas que no podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para ti el hombre ideal? ¿De qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres

una mujer que disfrute de flores y bombones o prefieres algo menos convencional? ¿Alguna película/libro favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se transforman...) que hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que esperas de él? Y lo más importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene hermanos? (jajajaja)

A.A. Mi hombre ideal está perfectamente descrito en Fran, el protagonista de mi novela “Solo amigos” Tierno, comprensivo, apasionado y sexi. Pido mucho ¿no? Pero puestos a pedir…

A mí no se me conquista ni con flores ni con bombones, aunque estos últimos me gustan a rabiar, sino estando a mi lado día a día, aceptándome como soy y respetándome como persona. El resto no me vale. Pero quizás regalarme un libro ayude.

Tengo un gusto muy amplio en lo que a cine y lecturas se refiere, y este ha ido cambiando con los años. No podría citar solo un título.

L.R. Imaginamos que como escritora de romance, en primer lugar y antes de decantarte por este género, fuiste ávida lectora de autoras ya consagradas. Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma especial, haciéndote decidir escribir novela romántica y no novela negra, fantástica o histórica (o cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día de hoy, tu principal referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún género literario en especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano? ¿Y en novela romántica, algún subgénero que digas "esto no es para mí"?

A.A. Autoras de romántica que me han marcado hay muchas. Creo que

la primera autora que leí, después de Corín Tellado fue a Victoria Holt y su Amante diabólico. Esta novela me enganchó al género.

Pero a lo largo de mi vida yo no pensaba que estuviera escribiendo novela romántica, sino historias de personas que viven, trabajan y por supuesto se enamoran. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez en la vida, independientemente del resultado? Por supuesto mis novelas siempre terminan bien, ya la vida se encarga de decidir lo contrario en ocasiones. Por lo tanto, historia de amor como trama principal, y final feliz… novela romántica.

El libro que hoy es un referente en mi vida no es romántico, o al menos no está catalogado como tal, sino una historia de superación con la que me identifico mucho y es “Los ojos amarillos de los cocodrilos”. Me encantó cuando lo leí sin saber que un día sería casi mi propia historia. Solo me falta el cuñado.

No me gustan las novelas con una fuerte carga de violencia ni las exclusivamente eróticas sin una trama consistente detrás.

Me encanta leer histórica pero no consigo escribirla, quizás porque cuando escribo me meto mucho en los personajes y como soy muy independiente no logro sentirme cómoda en épocas en que la mujer era considerada inferior y dependiente del hombre.

L. R. Centrémonos ahora en tu trabajo de escritora, lo que a día de hoy es tu obra publicada. Sabemos que últimamente has publicado con Selección RNR, La chica que subía a los árboles. Pero antes de todo esto, antes de decidir publicar tu primer "libro (y permítenos que lo llamemos así) de verdad" ¿hay algún secreto oscuro en el pasado de Ana Álvarez? ¿Escribiste algún artículo para alguna revista, alguna redacción ganadora en el colegio, un cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de ello?

A.A. Antes de mis novelas actuales hay una larga serie de historias cortas, relatos, alguna novela malísima cuyos protagonistas éramos el chico que me gustaba en el instituto y yo. Por descontado nada de eso saldrá nunca a la luz.

Yo llevo escribiendo toda la vida, lo que no significa que todo sea publicable.

L. R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida? ¿Recuerdas el momento en que la escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"? ¿En qué momento decides compartir esta con el mundo?

A.A. Mi primera novela larga fue una  juvenil escrita a mis 18 años y que describe muy bien la época de entonces y también la Sevilla de antes de la Expo 92, pero ahora mismo estaría obsoleta. Aunque es bastante mediocre me gusta leerla de vez en cuando para recordar cómo era mi ciudad antes de la transformación y como éramos entonces. Cuando buscábamos una cabina telefónica para llamar a casa, nos recogíamos a las once de la noche como muy tarde é íbamos a  bailar a locales donde se organizaban fiestas de día. No recuerdo cuanto tardé en escribirla, pero sí que llevó unas cuantas correcciones y cambios.

El personaje que más trabajo me costó de ella fue el protagonista masculino, que era bastante capullo, la verdad. Creído, machista, pendenciero… una joya. Y esta novela no se va a compartir con el público. 

Después de un paréntesis de 20 años llegaron las actuales.

L. R. No podemos (ni queremos) olvidarnos de tu saga Amigos  Cuéntanos, como surgió en sus orígenes. ¿Cómo nacen estos hombres y mujeres? ¿Cómo surge en general la idea de Solo amigos y todo el mundo que de él se desprende? Y ahora, entre nosotras, dinos: ¿de todos ellos, cuál es tú favorito y por qué? ¿Qué es lo que más te costó escribir y lo que más disfrutaste? ¿De dónde sacas tus ideas para esas escenas de alto contenido erótico? ¿Te resulta difícil escribirlas?

A.A. Mi saga amigos surgió porque yo no pude ir a la universidad y eso

ha sido una espinita que he tenido clavada durante mucho tiempo. Cuando mi hijo empezó la carrera, sentía  envidia sana al verlo inmerso en estudios, trabajos y amigos que se reunían en el aula de cultura, y me dije que yo podría vivir todo eso en una novela. Elegí carrera, creé unos personajes y me recorrí la facultad de Derecho para documentarme. Anoté todo cuanto escuchaba a mi hijo y sus amigos sobre donde se reunían, como se divertían, sus expresiones habituales y su modo de hablar… y así nacieron Fran, Susana y el resto de personajes.

Mi favorita es Susana, porque es un poco yo a los veinte años; tímida, empollona, con gafas y dificultades para relacionarse…

Lo que más me costó escribir fue la primera escena de sexo entre los protagonistas, que además fue la primera que desarrollé de forma explicita. Las anteriores estaban más o menos sobreentendidas o descritas desde el punto de vista de los sentimientos, pero me dije que aquella novela era especial (y lo sigue siendo) y se merecía una escena de cama en condiciones. Después de aquella primera no me cuesta describir escenas de alto contenido erótico, siempre que sean compatibles con el tipo de personajes.

Lo que más disfruté fue la escena del reencuentro (no sé si hago spoiler), la viví con tanta intensidad como si me estuviera volviendo a ver con mi gran amor. Creo que es una de las escenas más bonitas que he escrito nunca.

L. R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o personas con las que te cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu imaginación? ¿Cómo y de dónde salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con sus vidas?

A.A. Cuando empiezo una novela lo primero que hago es poner cara a los protagonistas. Actores o simples caras que encuentro en Internet, me da igual, pero en cada frase que dicen o cada cosa que hacen yo tengo su imagen en mi mente.

L. R. Y ya para terminar (la entrevista ha sido larga, te dejamos un momento con nuestras lectoras para que les dediques unas líneas.

A.A. Después de daros la lata con tanta información, solo deciros que

ha sido un enorme placer compartir este rato con las lectoras de Locas del Romance. Agradezco la posibilidad que se me ha ofrecido de acercarme a todas vosotras para que me conozcáis un poquito mejor a mí y a mi obra. Y si alguien quiere saber algo más de mí, estaré encantada de responder a través de mi página de autora en Facebook.

Hasta aquí nuestras preguntas, Ana. Te agradecemos muchísimo el tiempo que has dedicado a contestarnos, sabemos que eres una persona muy ocupada y esperamos (y deseamos con todas nuestras fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre manos, te reporte el mayor éxito del mundo.

Un abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta pronto!