Reseña/2022-116 En una casa blanca a la orilla del mar -Abril Camino

Candela lo ha perdido todo.

Su perfecta vida ha saltado por los aires.

Está muerta de miedo. Y de dolor.

Está perdida.

Candela necesita un cambio de aires y se marcha a un pequeño pueblo del sur de Portugal, desde donde le irá contando a su hermana cómo el mar casi llega hasta el porche de la casa que ha alquilado, cómo el sol se cuela entre las ramas de los naranjos y… cómo su casero está empeñado en convertirse en su amigo, aunque ella no esté dispuesta a permitir que alguien entre en el refugio que ha construido.

«En una casa blanca a la orilla del mar» es una novela epistolar que muestra que, en ocasiones, en el peor momento de nuestra vida, puede aparecer un huracán que arrase con todo aquello en lo que creíamos. Y que se lleve hasta la pena.

No sé como demonios abrir esta entrada, porque tengo sentimientos a flor de piel y de verdad, creo que me voy a saltar (como últimamente hago) las buenas formas y pasamos

directamente a lo importante.

Creo que ya has notado que cuando una pluma me conquista, me es imposible soltarla fácilmente, sobre todo cuando me estoy encontrando con gran versatilidad en sus creaciones en las cuales me he encontrado profundidad que me ha dejado sin palabras. 

Hoy nuevamente vengo a ti acompañada de Abril Camino y me voy a instalar en UNA CASA A LA ORILLA DEL MAR, tomando en cuenta que no tuve vacaciones me lo merezco jejeje. 

Estamos ante una obra contemporánea del género Drama, obviamente con romance. Y antes que eches a correr, te voy a decir una cosa, esta historia no te va a romper en 

mil pedazos, o quizá sí. Pero.... merece la pena ser leída y vivida. Narrada de forma epistolar vamos a conocer a nuestra protagonista. 

Candela está rota, no hay otra forma de decirlo. La vamos a conocer en el peor momento de su vida. Necesitada de dejar toda su vida atrás y recluirse en un sitio totalmente alejado y ajeno a su pasado, vamos a ver como se va reconstruyendo a pesar de las circunstancias. Y debo decir que pese a que me tenía con mil incógnitas que obviamente se resuelven, no puede menos que desear abrazar a esta mujer, que escribiendo a u hermana o a su casero, nos permite acompañarla y vivirla, descubrir ese gran corazón que desea de forma desesperada vivir y amar sin reservas. 

Tenemos otros dos coprotagonistas. Ana, la hermana de Candela que de verdad me encantaba su desparpajo al escribir, al incitar al proteger a nuestra protagonista. Su
papel no es fácil en ningún modo, pero no dejas de tomarle cariño.

Mario, ay este casero Hippy y su perro Gómez, que tanto me conquistó. Que hizo que a pesar de no poder conocerlo de primera mano, lo adoré por completo, necesitada de abrazarle en el momento que lo necesitó y suspirando por todo lo que ha dado.

Tenemos una obra que si bien se podría pensar que al ser epistolar es lenta, para mi ha

tenido el ritmo perfecto. Noa vamos adentrando poco a poco, tenemos las incognita de ese pasado que esconde Candela con uñas y dientes, pero a la vez, vamos viendo como sus barreras van cayendo, como su necesidad por vivir nos va mostrando a una mujer cálida, amorosa y alegra, fuerte y valiente para afrontar todo lo que le está por llegar. Para mi EN UNA CASA A LA ORILLA DEL MAR, vuelve quedar en el corazón y dudo que la olvide, se que la volveré a leer más adelante.

Abril Camino ya me ha dejado boa en más de una ocasión, no para de sorprenderme conforme voy descubriendo sus obras y ya queda en ese podio que difícilmente va a perder, porque sé que es de mi total disfrute ¡Feliz lectura!