Lady Aline Marsden estaba predestinada a contraer un matrimonio
ventajoso con un miembro de su misma clase. Pero no pudo evitar
entregarse a John McKenna, un criado de su padre. Como consecuencia de
tan apasionada transgresión, John fue despedido de su trabajo y Aline
enviada a vivir al campo, lejos de los ojos inquisidores de la alta
sociedad londinense.
Ahora McKenna ha hecho fortuna y ha regresado, más
atractivo y seductor que nunca. Y decidido a hacer sufrir a la mujer que
destruyó sus ilusiones. Pero la magia que los uniera en el pasado
volverá a arder con más fuerza que nunca, y John tendrá que decidir si
llevar adelante sus planes de venganza... o arriesgarlo todo por su
primer y único amor.
Vengo muy contenta y emocionada, suspirando como siempre que termino un libro de esta autora maravillosa en su forma histórica, que es una de las reinas de este género. Como bien saben el año pasado la descubrí y hasta ahora no me ha decepcionado su género histórico. En fin. no me voy a andar por las ramas.
Este libro es la antesala de las florero, sabes porque nuestro Conde favorito es como es, y veremos esa parte paternal y dulce en uno de sus grandes momentos. El ser hermano. Y es que las dos mujeres más importantes de su vida y a las que ha entregado su corazón, tienen heridas en el alma que el mismo no puede cicatrizar, pero que el amor puede hacerlo.
Aline es un personaje entrañable, definitivamente tengo que decir que es difícil no quererla. Una mujer que ha crecido a pesar de su cuna, siendo una mujer sencilla, y enamorada casi desde la infancia de un niño huérfano y bastardo que llego las tierras de su padre. La amistad se hizo amor, y con ello aunque ambos sabían que no era correcto, no pudieron evitar enamorarse.
Así que la veremos deseando con desesperación ser libre de cualquier lazo social, luchando contra todo por ese amor en su adolescencia y siendo manipulada para salvar lo único que en su vida a amado.
Por su marte McKenna es un hombre dulce, gentil y totalmente enamorado. Sabe su lugar en la vida, y presa de la necesidad de honor, se ve casi huyendo de Aline hasta que se da cuenta que es imposible no caer en las redes, en un juego de inocente sensualidad.
La pareja como es de esperar se separa sufriendo, una engañando y el otro cegado por el dolor y la traición, jurando venganza contra la mujer que lo engaño y rompió el corazon.
Doce largos años pasaran, McKenna volverá ya no como aquel muchacho inocente, ahora es un hombre de mundo y millonario, junto a el su socio Gideon Shaw, un millonario neoyorquino que solo tiene dos amigos fieles, nuestro protagonista principal y la bebida.
Lo que es una intención de venganza, se vuelve el más apasionante y terriblemente torturador juego entre Aline y McKenna, y es que nuestra chica guarda un secreto que no se atreve a confesar a su amado, por temor a despertar su compasión.
Por otra parte Livia, la segunda hermana de nuestro conde, después de haber vivido un escándalo y muerto el amor de su vida, se recluye de toda presentación formal, hasta que conoce a Gideon, un hombre cínico que la hace reír y anhelar volver a ser Feliz. Por su parte el Sr. Shaw se sentirá afectado por Olivia y se dará cuenta que hay por fin algo que puede llegar a conmoverlo y hacerlo desear cambiar su vida.
Ambas parejas son maravillosas y bueno una de enamora con locura.
Aline es muy dulce, y bueno, entiendo los complejos que tiene, teniendo en cuenta que en su época su belleza es lo único que contaba para poder ser una joven con éxito. El problema es que se le olvida que el amor no conoce los complejos, cuando es real puede sorprender a cualquiera.
McKenna, obviamente es un hombre primitivo, me fascina el juego de seducción que tiene, la humildad y pasión que solo puede entregar a la mujer que ama, y la furia cuando se llega a enterar de la verdad, sin permitirle una retirada.
Livia es divertida, una mujer que amó mucho y que está centrada en cuanto a los afectos con el Sr. Shaw, consiente que no puede cambiar a nadie que no quiera ser ayudado. Una mujer muy fresca que te hará reir con sus pensamientos.
Gideon es un hombre que estaba hastiado de la vida, y se evadía en el alcohol, hasta que se da cuenta que la única manera de poder tener lo que verdaderamente ama es haciendo algo para sí mismo. Es un gran amigo, la conciencia de McKenna y bueno.
Me lo pase genial leyendo este libro y espero que si tienen la oportunidad de tenerlo lo achuchen como yo lo he hecho.
Me encantó. Una de las pocas historias románticas a la cual podía ponerle la etiqueta de "casi perfecta". Lisa puede dar clases sobre cómo se escribe una novela romántica :) Besitos
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