Entrevista Alexia Mars -Autora del mes de Marzo

Muy buenas noches mis adorad@s Loc@s del Romance. Me salto cualquier cosa y os propongo sentaros, pues está aquí nuestra autora del mes, vamos a disfrutar de un café entre amigas y a disfrutar de la compañía de esta pluma

Alexia Mars, muchas, pero muchas gracias por aceptar estar en el rincón de locura literaria. Vamos a comenzar, si te parece bien, con nuestra entrevista

Si alguna de nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto y

disculparnos.

Aclarados estos puntos y agradeciéndote tu presencia en este pequeño rincón nuestro del ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la entrevista.

LR. Alexia, antes de comenzar directamente friéndote a preguntas sobre tu obra, cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te conozcan. ¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿De dónde eres? ¿Cómo surgió la idea de tus pseudónimos? ¿Tienen algún significado especial?

Me gustaría empezar agradeciéndoos esta oportunidad, estoy muy contenta de estar con vosotras hoy. ¡Un saludo a todas!

Bueno, pues efectivamente sí uso seudónimo. Mi verdadero nombre es Samanta y vivo en Valencia, cerca de la costa. Y sí, hay una historia detrás de ese “Alexia Mars”.

Cuando era pequeña mi yaya (abuela) me hacía firmar en las servilletas o en los relatos que escribía y lo guardaba todo con mucho cariño, decía que algún día esa firma valdría mucho, como veis la mujer tenía más fe en mí que yo misma jaja, pero esa convicción siempre me dio fuerzas. El día que la perdí me prometí que acabaría una de mis novelas y la publicaría dedicándosela. Cuando surgió la posibilidad con ‘El baile de la seducción’ quise que ella y mi otra abuela, que le hace compañía allí arriba, me acompañasen en esta aventura literaria de alguna forma. Cogí el nombre de una y el apellido de la otra y formé mi seudónimo: Alexia Mars.

L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido o interferido con tu espíritu creador?

Mi color favorito es el rojo y en cuanto al resto de preguntas tengo que confesar que no, jaja. Al contrario, me gusta escribir en silencio, por eso aprovecho las noches y, siempre que puedo, me quedo hasta altas horas de la madrugada dándole a la tecla.

L.R. ¿Cómo te describirías a ti misma? ¿Qué tres virtudes y qué tres defectos crees que te definen?

Soy muy vergonzosa y parlanchina, siempre vivo en las nubes y adoro leer y escribir. Mis amigas tienen la firme creencia que soy una friki empedernida, pero ya os digo que exageran jaja.

Odio hablar en público y veo historias en todo lo que me rodea. Ah, y tengo una manía, bueno muchas jaja, pero esta es de las peores y es que no puedo salir de casa sin una libreta y un bolígrafo (de Harry Potter a ser posible jaja). Y no, no me gusta apuntarlo en el móvil porque siempre acabo borrándolo o perdiendo el teléfono.

Y, ¿a qué viene esa manía? Pues porque cada vez que salgo de casa sin mi libreta me llega la inspiración y luego se me olvida la idea. Y ahí, otro defecto, soy muy, muy despistada y olvidadiza.

A cambio me gusta escuchar y ayudar a los demás siempre que puedo, según mi pareja soy muy amiguera jaja. Intento buscar el lado positivo, aunque a veces cueste, y reírme mucho porque la vida son dos días y hay que disfrutarla al máximo.

L.R. Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los escritores y que nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es conocer la formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías contarnos algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho cursos específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?

Desde bien pequeñita supe que lo mío eran las letras, devoraba libros infantiles y juveniles y me encantaba escribir. Imagino que esa devoción precipitó mis pasos hacia el periodismo y aunque al principio mi pretensión era convertirme en corresponsal de guerra (para disgusto de mi madre) acabé especializándome en prensa escrita y marketing digital.

He realizado algún curso online para mejorar la escritura, que nunca está de más, y quisiera también ampliar con alguno de corrección. No obstante, toda mi formación se la debo a la carrera, la verdad.

L.R. Hablando sobre tu trabajo de escritora, imaginamos que un libro no se escribe en un

momento. ¿Cuál es el proceso que sigues para crear estas joyas de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o extrasensorial tiene lugar para que des a luz a tu obra?

En este proceso soy bastante atípica puesto que empiezo todo con un título. Me llega el título, con él, la idea y después, me lanzo a crear. Sin embargo, soy muy concienzuda con el trabajo de documentación, puesto que para mí, sobre todo en las históricas, es una de las partes más vitales de la obra. A veces, como en el caso de ‘Dime que eres tú, tardo más documentándome que escribiendo.

Se podría decir que soy, sin duda, una escritora de brújula jaja. Rara vez tengo todo esquematizado y plasmado en papel. Me gusta dejarme llevar y que la historia guie mi pluma.

L.R. Trasladémonos ahora a un día en la vida de Alexia Mars ¿Cómo es? ¿A qué hora del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un día cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor (tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?

Como he comentado la documentación es un aspecto muy importante para mí, ya esté en contemporánea (para crear Rosbell de Cielo, dime: “Sí, quiero” tuve que informarme mucho) o histórica, aunque evidentemente a estas últimas dedico más meses, pero casi siempre los primeros meses los reservo exclusivamente a la documentación. Luego, intento pensar en el principio y final de la novela y cuando lo tengo claro me siento a escribir, dejándome llevar. Eso sí, el trabajo de documentación no termina hasta que llega la palabra “fin”.

Mi amiga Gloria, con la que coescribí ‘El baile de la seducción’ siempre me dice que soy muy burra jaja porque cuando me siento (generalmente, no siempre) suelo estar horas y horas hasta que finalizo un capítulo. Si me veo poco inspirada me tomo un café y ahí sí que me pongo como una moto jaja. Para el prólogo, capítulos importantes, final y epílogo preparo un café bien cargado, aunque no suelo abusar porque luego me tiro toda la noche sin dormir.

Escribo cuando puedo, pero mis horas preferidas son desde última hora de la tarde hasta la madrugada y lo noto mucho porque estoy más inspirada que el resto de día. ¿Cuál ha sido mi mayor burrada? 14 horas escribiendo sin parar. Sí, un café tuvo la culpa jaja, pero terminé dos capítulos seguidos.

De inspiración me sirve todo, desde un libro, película, conversación hasta cualquier cosa que me rodee. Hace un tiempo vi un meme que encantó: “Soy escritor. Cualquier cosa que digas o hagas puede ser usada en una historia”. Y ya lo creo que es así jaja.

L. R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú recuerdes) con un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de qué forma te marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de tu afición a la lectura y la escritura?

Tengo dos momentos, pero están entrelazados. El primero, cuando era muy, muy pequeña. La profesora de castellano se reunió con mis padres y les instó a que leyese en casa, les dijo muy preocupada que las lecturas que proponía en clase (‘Teo’ y toda su serie) no me gustaban y no leía y así jamás me formaría bien. Ellos, lógicamente, se preocuparon y a mi padre se le ocurrió darme un libro de misterio. Era pequeña para ese tipo de lectura, pero fue un acierto pues lo devoré. Y ahí, nació el monstruo que habita en mí jaja.

Los años fueron pasando y mi pasión por la lectura aumentó. Un día mi padre llegó con unas bolsas repletas de libros de ‘Pesadillas’ y de mi serie favorita: la pandilla ‘Teen Power’ de Emily Rodda, me dijo que eran para todo el verano y yo me los acabé en ese mismo mes jaja. Se enfadó tanto que se negó a comprarme más hasta que aprendiese a moderarme.

Entonces (y este es el segundo momento), lejos de amilanarme, me acerqué a la pequeña biblioteca que mi madre tenía en el salón y agarré un libro al azar: ‘Pirata’ de Fabio Lanzoni. Lo abrí por la mitad y leí un párrafo: “Marco estaba tan excitado que sólo atinó a arrojarla de espaldas sobre la cama y colocarse entre los muslos abiertos de Christina. La muchacha, ansiosa, lo acarició al tiempo que enlazaba las piernas en torno de la cintura de Marco”.

Estaba tan enfrascada en la novela que no escuché los pasos de mi madre hasta que su grito casi me mata del susto. Me prohibió leerlo, pero yo estaba tan enganchada que tenía que seguir, esperé hasta que se fue a dormir y con una linterna continué a lectura. A escondidas me lo leí, ese, y muchos más.

Con ‘Pirata’ descubrí la romántica histórica y también mi vocación.

L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay ciertas preguntas que no podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para ti el hombre ideal? ¿De qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres una mujer que disfrute de flores y bombones o prefieres algo menos convencional? ¿Alguna película/libro favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se transforman...) que hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que esperas de él? Y lo más importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene hermanos? (jajajaja)

Pienso que todo lo que vemos y leemos influye tanto en nuestra forma de ver el mundo como en lo que aspiramos conseguir y eso se extrapola a todo, hasta a esa concepción romántica del amor. A veces soñamos con algo de película, con un final a lo Disney, pero creo que obviamos que estas películas finalizan cuando realmente comienza lo más importante de una relación: la convivencia. Es ahí cuando apreciamos verdaderamente a la persona que está a nuestro lado y aprendemos que lo importante es que nos quieran en el día a día, con nuestros defectos y virtudes, y nos demuestren que vale la pena seguir con esa persona porque se esfuerza por hacernos reír, escucharnos y apoyarnos cuando lo necesitamos.

Ahora bien, dejando a un lado el testamento que acabo de soltar, y yendo a lo claro, si pudiese devolver a la vida a un personaje de ficción sería Gabriel MacBain, ¡qué hombre ese! Jaja.

No obstante, como dice el padre Laggan en ‘El rescate’ de Julie Garwood: “He oído decir que para cada hombre existe una mujer, a pesar de lo terco y bárbaro que pueda ser él”. ¿Será cierto? ¿Tendremos cada una de nosotras a nuestra media naranja por ahí? Pues no lo sé, pero yo estoy muy contenta con el que tengo a mi lado desde hace ocho años. Y sí, tiene un hermano, pero lamento deciros que ya está casado jajaja.

L.R. Imaginamos que como escritora de romance, en primer lugar y antes de decantarte por este género, fuiste ávida lectora de autoras ya consagradas. Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma especial, haciéndote decidir escribir novela romántica y no novela negra, fantástica o histórica (o cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día de hoy, tu principal referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún género literario en especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano? ¿Y en novela romántica, algún subgénero que digas "esto no es para mí"?

En novela romántica casi nunca leo fantástica o erótica, no son subgéneros que me llamen mucho, aunque posiblemente me esté perdiendo auténticas joyas. En cuanto al resto, la ciencia ficción.

Mi autora favorita en romántica es Julie Garwood y aunque releo sus libros una y otra vez, ‘Lady Johanna’ (de ahí el laird MacBain) es mi perdición.

L. R. ¿Hay algún secreto oscuro en el pasado de Alexia Mars? ¿Escribiste algún artículo para alguna revista, alguna redacción ganadora en el colegio, un cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de ello?

Jaja, venga. Cuando era pequeña escribía poesía y dedicatorias para las agendas de los demás. Mis amigas me pedían por encargo para regalárselas a sus parejas de aquel entonces, yo les preguntaba anécdotas y cosas personales y después me lanzaba a escribir, así que más de uno tuvo tórridas palabras de amor escritas bajo mi puño jaja.

Tengo artículos escritos en prensa porque me he dedicado a ello muchos años, pero como secreto os diré que una vez participé (por probar jaja) en un concurso de erótica con un relato que hice una tarde y para mi auténtica sorpresa quedó finalista, por ahí tengo el diploma.

L. R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida? ¿Recuerdas el momento en que la escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"? ¿En qué momento decides compartir esta con el mundo?

 Mi primera novela fue ‘El baile de la seducción’, coescrita junto a mi amiga y compañera de pupitre en periodismo, Gloria Pueyo. La verdad es que nos costó bastante acabarla, entre la documentación y redacción tardaríamos ocho o nueve meses en total, más luego la corrección.

El baile fue, en cierto modo, como una tabla de salvación para mí. Me explico, Gloria me llamó un día y me dijo que había tenido un sueño, que ella y yo hacíamos una historia juntas y que si me apuntaba. Llegó como agua de mayo pues hacía tan solo unos días que acababa de cerrar mi empresa y necesitaba un proyecto que me animase. El tenerla a mi lado para emprender esa ambición que tanto deseamos durante la carrera fue el empujón que necesité para acabar por fin una novela. Había escrito muchas y relatos cortos, pero nunca me decidí en serio.

De una lluvia de ideas salió la trama y durante meses nos transportamos a ese Londres del siglo XVIII. Fue increíble.  ‘El Baile de la seducción’ supuso, supone y supondrá un antes y un después en mi vida. Gracias a ese impulso que me dio no he parado de escribir.

La escena que más recuerdo con cariño es la del baile de máscaras cuando los protagonistas se dan su primer beso. Y en cuanto a la dificultad, no hubo un personaje en concreto, pero sí un proceso: el de corrección, puesto que al estar escrita a cuatro manos fue difícil. Tuvimos que comenzar desde el principio revisándolo todo y cuadrando a la perfección las ideas. Además, tuvimos que retocar el estilo de ambas porque somos muy distintas. Esa, fue la parte más ardua del libro.

Al terminar esta historia teníamos claro que la queríamos ver publicada, escogimos varias editoriales y firmamos con la primera que nos contestó (algo muy de principiantes, lo sé jaja, pero es que estábamos ansiosas). El libro se lanzó en digital y luego en papel. Agotó la primera edición y sacaron una segunda. Hicimos dos presentaciones, una en Madrid y otra en Valencia. Fue una gran experiencia que nunca olvidaré.

L. R. Dentro de tu obra, hemos visto que juegas con el género histórico y el contemporáneo. A día de hoy ¿Cuál de ellos disfrutas más al escribir? ¿Cuál es el que se te hace más conflictivo?

Me cuesta más el contemporáneo porque siempre es comedia romántica y hacer reír os aseguro que es mucho más difícil jaja. Me encanta la historia y sobre todo, esos toques de suspense que suelo meter en casi todas mis novelas, por lo que me resulta más fácil escribirlas, a pesar de la ardua tarea de documentación, aunque confieso que a mí me encanta hacerlo, me tiraría meses solo documentándome.

L. R. No podemos (ni queremos) olvidarnos de una serie que con ese cacho de portadas promete entretenimiento absoluto: CAZADORAS.  Cuéntanos, como surgió en sus orígenes. ¿Cómo nacen estas aventuras? ¿Quién de estas mujeres ha sido con la que más te has identificado? ¿Cuál de ellas fue la más rebelde?  

Ay, las cazadoras. Mira que me negué a escribirlas y la pena que me dio cuando escribí el epílogo de ‘A la caza de una exclusiva’, en el despedía a esas cuatro locas jaja. Quise hacerlo entrañable y reunir a todos los protagonistas y personajes y a puntito estuve de soltar la lagrimita. 

Antes de ponerme con la serie tenía en mente otra historia, que por cierto, la pobre sigue en el cajón. Entonces, estando yo un día en la ducha y cantando a pleno pulmón me aparece el personaje de Sara y su título: ‘A la caza de un seductor’. De repente, toda la historia vino a mí como un vendaval y recuerdo que me dije: “¡¡¡No!!! De ninguna manera”. Y tenía la firme pretensión de pasar de la idea y olvidarla, pero las musas me persiguieron día y noche hasta que me senté a escribir. Jamás había hecho nada de comedia y me daba auténtico pavor. Me leí como veinte libros de comedia romántica, vi muchísimas películas y finalmente me rendí a lo inevitable: Sara, Ruth, Bea y Andrea tendrían sus historias.

La primera de ellas, la de Sara, me dio mucha guerra porque yo no estoy nada versada en temas legales y mis protagonistas son abogados y yo quería ajustarme todo lo posible a la realidad. Gracias a Paula Riaño lo conseguí. Esta gran abogada acudió en mi ayuda y se prestó a interminables llamadas, mensajes a todas horas, corrección de escenas y asesoría día tras día. 

A la cazadora que más cariño le tengo y, por lo tanto, con la que más he disfrutado es Bea, la más atolondrada del grupo. Quería que su historia fuese tan alocada como ella y que su protagonista, Peter, fuese digno de una mujer del siglo XXI que sueña con caballeros medievales. En cuanto a los protagonistas masculinos, destaco a Dani de ‘A la caza de un impostor’. ¡Cómo me reí haciendo su historia!

Puedo identificarme más con Ruth, pero creo que cada una de ellas tiene algo de mí. La más rebelde, sin duda, es Bea jaja.

L. R. Ya sabemos que tienes por ahí historias del género romántico histórico victoriano ¿nos podrías contar un poco de ellas? ¿Resultó muy difícil realizar el trabajo de investigación? ¿Al escribir te basas en los datos que encontraste o fue el proceso inverso, primero creaste y luego investigaste lo que te faltaba?

 Siempre investigo primero porque me gusta hacer referencias en la novela y que los datos que narro sean verídicos. Por eso, antes de sentarme a escribir ‘El secreto de la duquesa’ me metí de lleno en la época victoriana, perfilé la trama (esta vez sí porque la novela tiene mucho misterio que cuadrar) y luego me lancé a redactar, compaginando siempre con la documentación. ¿Qué os parece si os dejo la sinopsis?

“Un viaje trepidante por el Londres victoriano donde el suspense y el amor se unen para desentrañar un misterio en el que nada es lo que parece.

¿Venderías tu alma para hacer justicia?

¿Arriesgarías tu honor por la persona a la que amas?

Un asesinato, un culpable y un amor que florece contra todo pronóstico.

El primer domingo de mayo de 1842 la ciudad de Londres despertó con una trágica noticia, la muerte de la popular duquesa de Nolford. Los primeros indicios señalan como causa de la desgracia un incendio accidental y así lo decreta Derek Wayne, detective de Scotland Yard y encargado del caso. Pero, cuando todo parecía sumamente claro, aparece en escena la señorita Eleanor Grant y echa por tierra su teoría aportando pruebas que apuntan a que su amiga ha sido asesinada.

Eleanor no necesita buscar un culpable pues sabe muy bien quién es el responsable de esta atrocidad y se esforzará por demostrarle a todo Londres quién está detrás de la muerte de Harmony. Ahora deberá convencer al testarudo detective de que ella es la única que puede ayudarlo en el caso. Eleanor intentará hacer justicia al mismo tiempo que procura esconder su mayor secreto. Así, Derek se verá arrastrado a una vorágine que lo llevará a enfrentarse al mayor misterio de su carrera, mientras lidia con esa testaruda mujercita que insiste en inmiscuirse en la investigación y meterse en su corazón.

Harmony Brunet tenía la vida perfecta: amor, dinero y popularidad. Derek y Eleanor arañarán su pasado y juntos descubrirán quién era realmente la duquesa y qué escondía. Las pistas señalan al duque como culpable de su asesinato. Pero ¿será realmente su verdugo? ¿O tal vez otra víctima?”

‘Dime que eres tú’ es histórica, pero no victoriana. La historia transcurre en Seattle en los años 20, pero son dos historias en una, puesto que la protagonista investigará el pasado de su madre (de quien también conoceremos su historia) y los secretos que esta le ha ocultado siempre. Ariadna se remontará hasta 1901 y con la ayuda de uno de sus enemigos, Chris Railey, reconstruirá la vida de su madre.

Sinopsis:

La apacible existencia de la joven Ariadna Smith se verá perturbada cuando, a la muerte de su madre, encuentre entre sus pertenencias una fotografía que podría cambiar todo su mundo.

Dispuesta a desentrañar el misterio se colará en la poderosa mansión Railey, en la que todos sus miembros esconden un secreto. Poco a poco una oscura telaraña se irá tejiendo a su alrededor y la verdad que tanto ansía se convertirá en un peligro mortal.

Su única salvación está en las manos de un solo hombre: Christopher Railey, su acérrimo enemigo.

L. R. Llegamos a tu libro Cielo, dime: Sí quiero. Un gran libro que ya está entre nuestros favoritos. ¿Cómo fue crear un pueblo tan entrañable, entrometido y divertido?

¿Por cuál de tus chicos viajarías hasta Rosbell? ¿Quién de ellas además de Lady Joke resultó ser tu preferida?  ¿de qué forma surgió? ¿Cuál de todos los personajes resulta más difícil de escribir y por qué? ¿Te has basado en alguna persona real o ficticia para crearlos o surgieron de pronto pidiéndote su historia?

La idea me asaltó cuando estaba mirando bromas para bodas (porque se casaban mis cuñados). Me imaginé el prólogo, tal y como lo narré y ahí estaban Victoria y Alan y esa broma que lo cambió todo para ellos. Al principio me negué a escribir su historia porque sabía, como bien pasó, que esa novela me llevaría de cabeza. En aquel momento estaba ideando ‘El secreto de la duquesa’ y debía centrarme en ella, pero Rosbell me obsesionó y sus personajes me persiguieron día y noche hasta que me rendí y me senté a escribir. Tuve que hacerme mapas y esquemas de los habitantes, porque si algo tenía claro era que quería que todos tuviesen voz en esta historia, no solo los protagonistas.

Escribir esta novela fue toda una experiencia me metía tanto en la historia que vivía literalmente en Rosbell. En algunas escenas solté carcajadas porque me imaginaba a Victoria, a Alan, a Ross, al alcalde o incluso a la hipocondríaca Betsy Davis en acción y me moría de la risa. Me lo he pasado genial escribiéndolo y confieso que me apenó mucho terminarlo fue como si me tuviese que mudar de ese pueblo.

Difícil todos, porque son muchos y diferentes, pero tampoco me preocupó, porque como os he comentado cuando comenzaba a escribir un capítulo me olvidaba de todo hasta

finalizarlo.

Viajaría a este pequeño pueblo por los Hayes jaja, ¿quién no querría conocerles? Y me encantaría tener de mejor amigo al loco de Ross. El personaje con el que me quedo, sin contar a Victoria, es Betsy, la mujer más pintoresca de todo Rosbell.

L. R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o personas con las que te cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu imaginación? ¿Cómo y de dónde salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con sus vidas?

De normal no lo hago, aunque en esta última novela sí tenía claro cómo quería que fuese Victoria. Me encanta Jaime King y desde que la vi supe que sería mi Lady Jokes. A veces cuando finalizo una contemporánea miro imágenes de actores y busco a aquellos que más se les parecen, pero en histórica casi nunca.

L. R. Y ya para terminar te dejamos un espacio para que escribas unas líneas a nuestr@s lecttor@s.

En todas mis novelas las últimas palabras de agradecimiento siempre van a vosotras y vosotros. Sois la otra cara de la literatura, no dudéis de vuestra importancia, pues un o una autora no es nada sin sus lectores. Desde estas breves líneas os doy un GRACIAS en mayúsculas porque hacéis posible este maravilloso sueño.

Hasta aquí nuestras preguntas, Alexia Te agradecemos muchísimo el tiempo que has dedicado a contestarnos, sabemos que eres una persona muy ocupada y esperamos (y deseamos con todas nuestras fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre manos, te reporte el mayor éxito del mundo.

 Gracias a vosotras por esta oportunidad y honor. Ha sido un auténtico placer, me lo he pasado genial. ¡Un abrazo enorme!

Un abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta pronto!