Que ha llegado marzo y con el vienen los vientos de
una nueva aventura literaria, una de la que me da mucho gusto hablaros y que
hace que tengamos aquí a nuestra autora invitada.
Bueno…. Aquí no. ¿Estáis preparad@s para viajar a mi
lado hasta llegar a nuestra cita?
Esta vez hay un carruaje y una gran escolta que viene
a por nosotr@s, así que estaremos a salvo cuando el viaje en el tiempo se lleve
a cabo, iremos a tierras castellanas y ahí entre castillos enormes la
encontraremos tomando notas acompañada por lobos grises. Ella es Elena Garquin.
L.R. Hola Elena, muy buenos días, gracias por
participar en nuestra aventura y darnos un poco de tu tiempo. Si alguna de
nuestras preguntas te incomoda, siéntete libre de pasarla por alto y
disculparnos.
E.G Hola, Naitora. Muchísimas gracias a vosotros, a
vuestro blog por darme la oportunidad y, por supuesto, a los lectores, que son
el alma de este pequeño gran mundo.
Aclarados estos puntos y agradeciéndote tu presencia
en este pequeño rincón nuestro del ciberespacio, comenzamos (con tu permiso) la
entrevista.
Elena, antes de comenzar directamente friéndote a
preguntas sobre tu obra, cuéntanos algo más sobre ti. Para aquellas que no te
conozcan. ¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿De dónde eres? ¿Cómo surgió la idea de
tus pseudónimos? ¿Tienen algún significado especial?
E.G Mi nombre verdadero no dista mucho del seudónimo.
Elena García Quintanilla (Si juntas la primera sílaba de cada apellido, surge
GARQUIN). Recuerdo que fue mi marido quien lo ideó, al abrirme mi primer correo
electrónico y tener que juntar letras y demás para crear una dirección que no
fuera utilizada ya por alguien. De ahí surgió la idea del seudónimo porque,
como habréis podido comprobar, mi nombre y mi primer apellido son tan comunes
que pasarían desapercibidos.
Soy de una pequeña villa situada en la provincia de Zamora, Benavente (por
cierto, el lugar donde se desarrolla la trama de una de mis novelas,
CASUALMENTE VALENTINA), un lugar lleno de historia que evoca tiempos pasados a
cada paso que das. Preciosa, que conjuga el pasado y el presente de una manera
casi perfecta. Se nota que no me gusta el lugar en el que vivo, ¿verdad?
¡Jajajajajajajaja!L.R. Respecto a tus gustos personales, imaginamos que a través de los libros y de determinados personajes, en muchas ocasiones podemos ver a la mujer que se oculta tras el pseudónimo y su obra. Pero así entre nosotras, ¿cuál es tu color favorito? ¿Sueles inspirarte con algún tipo de música específica? ¿Se podría decir que hay algún grupo concreto o solista que de alguna forma haya influido o interferido con tu espíritu creador?
E.G Las historias y los personajes de cualquier autor,
yo incluida, dicen mucho del mismo, claro que sí. Soy muy clásica, aunque al
mismo tiempo tengo una mente abierta a cualquier otra idea interesante, por
mucho que no tenga nada que ver con la mía.
¿Color? El rojo, sin duda. Y con respecto a la música, mmmm… La verdad es
que escribiendo romántica histórica no hay mucho donde elegir que te ayude a
situarte en un lugar y tiempo determinado. Últimamente escucho mucha música
celta y medieval (por aquello de Martín y compañía…).
Si hablamos de mi única novela contemporánea publicada de momento, aunque
espero que no sea la única, sí que puedo decirte que me inflé a escuchar la
música de Passenger, Ed Seridan y Pink, por poner un ejemplo. De hecho, parte
de las letras de sus canciones se ven reflejadas en BOOMERANG como si fueran un
reflejo de la historia de mis personajes.
E.G Como dije antes, soy una persona muy clásica en
algunos aspectos, pero abierta de mente. En realidad, como me dijo no hace
mucho uno de mis editores, parece ser que la gente me quiere, entre otras
cosas, por ser muy «normal». Me gusta la música, el aire libre, el cine y, por
supuestísimo, los libros. Aprecio cada vez más las pequeñas cosas que hacen de
la vida de cada cual algo único e irrepetible, así que aprovecho la mínima
oportunidad para compartirla con mis hijos, mi marido y todas aquellas personas
a las que quiero.
¿Defectos? Muchíííííííííííísimos. Me considero la imperfección
personificada, pero si tuviera que elegir tres, me quedaría con mi orgullo, mi
exceso de confianza con respecto a determinadas personas, que provoca que más
de una vez me lleve un chasco de los gordos, y la sinceridad. Sí esta última es
un arma de doble filo que todavía estoy aprendiendo a utilizar, lo reconozco. A
veces es mejor estar callada antes que decir la verdad…
Vamos con las virtudes, a ver… La sinceridad, tomada por la otra parte del
filo, jajajajajaja. La fidelidad a la palabra dada, por muy cursi que suene. Si
me comprometo con alguien, procuro cumplir por encima incluso de mis
posibilidades. Si digo que hago algo, lo hago. Si no, también. Y según dicen
por ahí, mi fuerza de voluntad. Cuando creo en algo, lucho por ello y pongo
toda mi constancia en el asador, por decirlo de alguna manera, para llegar a
las metas propuestas.
L.R. Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de los escritores y que nos pica la curiosidad (admitámoslo, somos cotillas al máximo), es conocer la formación que poseen los autores que tanto nos enamoran. ¿Podrías contarnos algo sobre esto? ¿Qué estudiaste? ¿Dónde te formaste? ¿Has hecho cursos específicos para escritores o todo es talento natural y trabajo?
E.G Estudié derecho en la Universidad de Salamanca,
pero creo que fue más por no defraudar a terceras personas que porque realmente
me gustara como carrera. En realidad y desde los trece años, solo quise
escribir, pero por razones personales me fue imposible cursar los estudios de
periodismo, que fue lo que, en aquellos años, más se acercaba a lo que a mí me
llenaba.
Pese a que el simple hecho de estudiar fuera de casa y una carrera de
letras
puras me sirvió de mucho para lo que actualmente estoy haciendo, no dejo
de reconocer que fue un pequeño gran error. Por eso siempre recomiendo a la
gente más joven que estudie realmente aquello que le apasiona, siempre que tenga
posibilidades de hacerlo.
Creo que mi manera de escribir es un 99 por ciento autodidacta, y un 1 por
ciento gracias a un curso impartido por el maestro José de la Rosa por
Internet, que me ayudó muchísimo en el plano técnico, a la hora de construir la
trama de una novela.
El resto, en mi opinión, es puro corazón. Puro sentimiento mezclado con
trabajo duro y constante. Y ahí, nadie debería de influir en las posibilidades
de cada autor.
L.R. Hablando sobre tu trabajo de escritora, imaginamos que un libro no se escribe en un momento. Tus obras nos sorprendes y emocionas con novedades y nuevas historias. ¿Cuál es el proceso que sigues para crear estas joyas de la literatura romántica? ¿Qué proceso mental/físico o extrasensorial tiene lugar para que des a luz a tu obra?
E.G Uy, extrasensorial… Yo creo que no tiene nada de
«extra», jajajajaja. Es puramente sensorial. Aquí entre nosotros, me hace mucha
gracia cuando oigo hablar de brújula o mapa a la hora de clasificar el estilo
de una autora. Yo, sinceramente, no sé a qué grupo pertenezco. Normalmente hay
una escena que se me repite a todas horas en la cabeza. Cuando como, cuando
duermo, cuando me ducho, cuando salgo a comprar y cuando todo. Casi siempre es
una situación cotidiana hoy día, pero más sorprendente si la traslado a otra
época. Y ahí empieza mi proceso creativo. Con un montón de preguntas que surgen
a raíz de esa escena en concreto, y que me responden los personajes, tanto los
principales como los secundarios. Por eso en mis novelas todos tienen su papel,
ninguno es mero espectador. Lo que ocurre cuando me pongo delante de la
pantalla y la hoja en blanco ya lo dictan ellos. A veces siguen mis planes,
otras trazan los suyos pasando de mí por completo. Crean sus giros en la trama,
que terminan siendo los míos, porque a la vez que escribo, me pongo en el lugar
del lector y pienso en la sorpresa que le gustaría encontrarse.L.R. Trasladémonos ahora a un día en la vida de Elena Garquin ¿Cómo es? ¿A qué hora del día sueles ponerte escribir? ¿Cuántas horas de duro trabajo supone un día cualquiera? ¿Dedicas todo ese tiempo a escribir o sueles alternarlo con investigación y algún otro asunto? ¿Qué elementos de tu vida, de tu alrededor (tangibles o no), suelen servirte de inspiración o cortarla de raíz?
¡De infarto! Empieza sobre las siete y media de la mañana porque tengo dos
hijos preadolescentes que dan mucho de sí, jajajajajaja. Además de un marido,
una casa, dos gatos… En fin, un montón de tareas que hacer antes de poder
abstraerme como a mí me gusta, a eso de las nueve o las diez de la mañana. Como
las tardes las suelo dedicar en su mayor parte a deberes, exámenes y demás, en
total no dedico a la escritura más de tres o cuatro horas diarias.
Por regla general, la labor de investigación suelo llevarla a cabo antes de
empezar una nueva historia. Al menos, el grueso de la investigación, porque con
el transcurrir de la trama, siempre surgen imprevistos que te obligan a parar
de escribir para buscar un nuevo dato en el que no habías pensado antes.
Soy una persona bastante perceptiva, y eso tiene pros y contras, como todo
en la vida. Cualquier cosa que me rodea pueden servirme de inspiración, sin que
necesariamente tenga que ser un dato histórico. La sonrisa de mis hijos, los
gritos de los vecinos, una mirada llena de amor de mi marido o incluso el
motivo más tonto de una discusión. Y desde luego, lo que me corta de raíz todo
intento creativo es la compañía. Por mucho que esta sea la de mi familia y no
hagan el menor ruido. Solo con saber que están en el mismo cuarto que yo, o
incluso en casa, me siento incapaz de seguir escribiendo, porque a un tiempo
empiezo a pensar en todos los detalles cotidianos y mucho más reales que mis
historias. Claro está, ambas cosas son incompatibles.
L. R. Viajemos al pasado por un momento, a esa primera vez (que tú recuerdes) con un libro entre tus manos. ¿Qué edad tenías, qué libro era y de qué forma te marcó? ¿Recuerdas quién te lo dio? ¿A quién echarías la culpa de tu afición a la
E.G Yo soy de esa especie rara, rara, que tiene que echar la culpa al colegio.
Gracias a su preciosa biblioteca, descubrí los libros a una edad tardía para
hoy día (ocho años), de la mano de Enid Blyton y LOS CINCO. Recuerdo que el
primero que leí se titulaba «Los Cinco y el tesoro de la isla». Poder
sumergirme en las aventuras de cuatro niños y un perro (con lo que me gustan
los animales) fue novedoso, apasionante, increíble, adictivo. ¿Habéis visto la película
de Matilda? ¿Recordáis cómo los padres de Matilda la miran como si fuera un
bicho raro y la regañan porque, en lugar de ver la tele a todas horas, ella
lee? Bueno, pues algo así me pasó a mí, aunque mis padres no se parecían en
nada a los de Matilda, claro. A partir de ahí, me devoré toda la producción
literaria de la autora, y seguí, y seguí… Y todavía sigo, jajjajajajajajaja!!
L.R. Como románticas empedernidas que somos, hay
ciertas preguntas que no podemos evitar y esta es una de ellas: ¿Cómo es para
ti el hombre ideal? ¿De qué forma esperarías que te conquistaran? ¿Eres una
mujer que disfrute de flores y bombones o prefieres algo menos convencional?
¿Alguna película/libro favoritos (léase: Disney, cuentos de hadas, ranas que se
transforman...) que hayan influido en tu forma de ver el amor y en lo que
esperas de él? Y lo más importante de todo... ¿Lo has encontrado ya? ¿Tiene
hermanos? (jajajaja)
E.G Mi hombre ideal es un compendio de virtudes muy
normales, y defectos muy aceptables. A ver, que si se me presentara delante un
Martín Ruiz de Vega, por ejemplo, no le haría ascos ni muchísimo menos, pero
para qué engañarnos, el sumum de perfección narrado en las novelas románticas
es para el puro goce y deleite de quien las escribe primero, y de quien las lee
después.
Reconozco que soy muy «facilona» a la hora de que me conquisten,
jajajajajaja, pero nada convencional. Las flores y los bombones están muy
trillados ya, en mi opinión, así que yo exijo que se coman la cabeza un poco.
Después de todo, el que algo quiere algo le cuesta, ¿no? Soy rara. Muy rara.
Por eso no me gusta que me sorprendan en los días esperados (San Valentín,
aniversarios, cumpleaños…), ni tampoco soy de regalos caros ni mucho menos. A
veces, la originalidad y el efecto «inesperado», como yo lo llamo, hacen
milagros. Y si no hay regalo, no pasa dana. Una actitud determinada, una mirada
que lo dice todo, el saber que siempre estará ahí… Para mí eso vale millones.
Mira, ahora que hablas de ranas que se enamoran, ese es mi cuento favorito,
junto al del Patito Feo. No sé, será por el toque de realidad que tienen los
dos si se escarba un poco más hondo aparte del relato infantil en sí. Un sapo
que en realidad es un príncipe, un pato que en realidad es un cisne, una bestia
con un corazón que enamora que en realidad es guapísimo… Todos hablan de la
riqueza del interior. Ahora bien, si hablamos de películas más adultas, mi
favorita es «Cuando un hombre ama a una mujer». Con toda su controversia. El
modo en que él cuida de ella a pesar de su problema con el alcohol, su
perseverancia, los problemas que se derivan en su relación y los baches por los
que pasan me parecen tan reales, que la intensidad que le dan a la propia
historia de amor es, a mi juicio, difícilmente superable. Y mira que la peli en
cuestión ya tiene sus años. Por cierto, ver a Andy García vestido de piloto es…
(ahí lo dejo, por si alguien quiere verla).
Creo que el amor no se encuentra. Es él quien te encuentra a ti. Y a mí,
por el momento, me ha encontrado y me ha atado bien atada. Estoy felizmente
casada y todavía más enamorada de un hombre que tiene todo lo que reflejo en
mis personajes masculinos (aspecto físico aparte). Tanto sus virtudes como sus
defectos, que son casi tantos como los míos. Pero como soy de las pocas que piensa
que en la cotidianeidad está la grandeza del amor, puedo decir sin pelos en la
lengua que cada día es aún mejor que el anterior.
Y no, siento decepcionarte pero no tiene hermanos. Solo una hermana, que ya
está casada también, jajajajajajajajajaja!!
L.R. Imaginamos que como escritora de romance, en
primer lugar y antes de decantarte por este género, fuiste ávida lectora de
autoras ya consagradas. Dinos ¿alguna autora o libro te marcó de forma
especial, haciéndote decidir escribir novela romántica y no novela negra,
fantástica o histórica (o cualquier otro género)? ¿Qué libro es para ti, a día
de hoy, tu principal referente (ese que no puedes parar de leer)? ¿Hay algún
género literario en especial que seas incapaz de leer o rechaces de antemano?
¿Y en novela romántica, algún subgénero que digas "esto no es para
mí"?
Imagen tomada del perfil de Elena. Fue hecha por Raquel Campos |
E.G «Corazón indómito», de Joanna Lindsey, fue mi
primera lectura romántica, allá por los dieciséis o diecisiete años. Quizá el
hecho de que fuera romántica histórica me marcó un poco el camino, pero
entonces el flujo de novelas con las que se contaban en nuestro país era mucho
menor que ahora, y desde luego, de autoras extranjeras. Me gustó tanto Chandos,
Ojos de Gato y su historia que repetí, y repetí… Y sigo repitiendo,
jajajajajaja!! Sin embargo, si hay un libro que realmente me encante y que
reelería hasta la saciedad, es «Una rosa en invierno», de Kathleen Woodiwiss.
Es una historia completa con su parte de intriga, de sorpresas, de sensualidad
y por supuesto, de amor a raudales, que tiene más de treinta años y que me
sigue cautivando.
Como lectora que soy y con mi edad a cuestas, puedo decirte que he leído de
todo. Y cuando digo de todo, quiero decir precisamente eso. Narrativa, novela
policíaca, de terror, de misterio, fantástica, negra, poesía, ensayo, a los
clásicos incluso en castellano antiguo… Por eso puedo decir que nunca rechazo ningún
género literario o libro enmarcado en él de antemano hasta no haberlo leído.
Como lectora tengo mi opinión, por supuesto, pero siempre basada en hecho. No
prejuzgo un determinado género, o subgénero romántico, por ejemplo, antes de
haberme adentrado en él. Todos, todos, son para mí!!
L. R. Centrémonos ahora en tu trabajo de escritora, lo
que a día de hoy es tu obra publicada. Sabemos que últimamente has publicado
con Phoebe, TIEMPO DE PROMESAS (libro que nos enganchó, llevándonos a
leer sin parar hasta la última página), también sabemos que trabajas con
Romantic ediciones y que tienes también un libro con ellos. Pero antes de todo
esto, antes de decidir publicar tu primer "libro (y permítenos que lo
llamemos así) de verdad" ¿hay algún secreto oscuro en el pasado de Elena
Garquin? ¿Escribiste algún artículo
para alguna revista, alguna redacción
ganadora en el colegio, un cuento... cualquier cosa? ¿Nos hablarías un poco de
ello?
E.G En este
aspecto voy a decepcionaros un poquito. Yo era algo así como el patito feo del
cuento, así que nadie se fijaba en mí para nada bueno, y por supuesto, mis
escritos se quedaban en mi cajón, guardados bajo siete llaves, no fuera a ser
que alguien los descubriera y se riera de ellos…
Bueno, al final reuní coraje y se los enseñé a mis amigos. No a todos, eh…
Todavía me da vergüenza decir de qué trataban, ya ves. Eran una serie de
cuentos al estilo de Los Cinco, pero protagonizados por mi pandilla.
PD: Después de enseñárselos, volví a guardarlos y ahí siguen, jejejejeje
L. R. ¿Cuál fue tu primera novela y cómo surgió la idea? ¿Cuánto tardaste en terminarla? ¿Qué personaje resultó más irreverente y te dio más dolores de cabeza? ¿Cuál es tu escena preferida? ¿Recuerdas el momento en que la escribiste o fue producto de un intervalo de "éxtasis de escritor"? ¿En qué momento decides compartir esta con el mundo? ¿Cómo se siente una al recibir la noticia de que tu hijo abandona el nido y nada más y nada menos que de mano de Phoebe? ¿Qué fue lo primero que pensaste?
E.G Mi primera
novela fue TUAREG, escrita en 1992, que no publicada. Fue una cosilla de andar
por casa. Ni me documenté convenientemente, ni me preocupé de nada más. Creo
que tardé en terminarla lo que dura el curso escolar, o poco menos. Me sirvió
de vía de escape, de entretenimiento para mí y mis compañeras de piso, que eran
unas cuantas, pero nada más.
¿Irreverentes? Todos, en principio. Son como yo, jajajajajaja. No pueden
ceñirse
a mi plan, no. Tienen que dictar sus propias reglas, sobre todo ellas,
que saben de sobra que están encorsetadas en una época determinada. Ahora bien,
si te refieres a personaje irreverente de esa primera novela, Beatriz, sin
lugar a dudas. Aunque en un primer momento no se llamaba Beatriz, ni era
española. Su carácter fuerte y decidido era necesario para afrontar todo lo que
le ocurre a lo largo de la novela, pero en su primera versión era realmente
repelente… Caprichosa, intransigente y demasiado extremista. Tuve que poner
mucho cuidado en su reescritura.
Mi escena preferida,
sin lugar a dudas, es EL DÁTIL de TUAREG (no quiero decir más para no spoilear
a nadie). Tardé como dos semanas en dejarla como yo quería, pero creo que el
resultado fue satisfactorio. Y no tenía pensado incluirla para nada. Pero necesitaba
un objeto que formara parte de un juego, y ante la escasez de los tuareg,
decidí escoger el dátil. Los lectores me dieron la razón.
Ahora bien, como mi
primera novela publicada fue LA HEREDERA, te diré que solo pensaba compartirla
con una amiga que lo estaba pasando francamente mal en el plano personal. Hacía
como once años que no escribía, y decidí retomarlo para ella. Un regalo de
cumpleaños.
El «problema» fue
cuando me repitió hasta la saciedad que intentara publicarla, que era muy
buena, que no la dejara en el cajón…
Y le hice caso. Y
acertó, como siempre. Por eso es mi amiga, jajajajajajaja
Es difícil explicar lo
que sentí cuando Carlos, editor de Phoebe, me llamó para decirme que la
historia de Diego, Elena y el Marqués iba a ser publicada. Primero sorpresa.
Resulta que estaban buscando a la primera autora española en publicar con ellos
y resulté ser yo (cuando les envié el manuscrito no tenía ni idea…). Después
desconfianza. Tonta, lo sé, pero desconfianza. Y esa alegría perenne que te
hace estar levitando días enteros, pellizcándote para creértelo… Realmente
pensé que eso solo pasaba con la primera publicación, pero todavía me sigue
pasando.
L. R. Nos ha llamado la atención que te has abierto a
la novela contemporánea. ¿Cómo ha sido este cambio? ¿Con cuál género disfrutas
más? Háblanos de esta nueva identidad escritoras en este género tan diferente
al que comúnmente escribes.
E.G Una anécdota: BOOMERANG se escribió después que
TIEMPO DE PROMESAS, pero se publicó antes. La verdad es que después del trabajo
de investigación de Martín y compañía, me apetecía probar con la contemporánea,
en parte por adentrarme en algo nuevo para mí como autora, que no como lectora,
y en parte por escribir algo más liviano y sencillo.
Primer error. Escribir contemporánea no significa necesariamente escribir
algo más sencillo. Sí que es cierto que a la hora de documentarte encuentras lo
que buscas con más facilidad, pero me costó lo mío plasmar un lenguaje que me
resulta cotidiano, porque es el que yo uso y el que escucho por la calle. Aun
así, me encantó escribir la historia de Ethan y Caro una vez que conseguir
meterme en el siglo XXI. Me convertí en alguien más desenfadado, menos
encorsetado en muchas situaciones, más natural en otras, aunque la subtrama,
realmente, fuera más sencilla que las que plasmo en mis históricas.
El disfrute creo que debería venir de serie con el oficio de escribir, la
verdad. Si no disfruto con lo que escribo, realmente es difícil que mis
lectores lo hagan cuando tengan mi historia en sus manos. Aparte de eso, he de
decir que en principio me siento más cómoda con la histórica, pero creo que es
una simple cuestión de costumbre. De cinco novelas, cuatro son históricas.
Dejando a un lado el detalle de que me siento cómoda con las dificultades añadidas que
entrañan otras épocas, pienso
que conforme vaya adentrándome más en la contemporánea —cosa que pienso hacer—,
me sentiré más a gusto en ella. A fin de cuentas, sus personajes deberían tener
más en común conmigo que los de otros siglos, ¿no?
Imagen tomada del perfil de la autora |
L. R. Llegamos a tu libro estrella (a ver si así cae
pronto Lobo jijiji), Tiempo de promesas. Un gran libro que ya está entre
nuestros favoritos. ¿Resultó muy difícil realizar el trabajo de
investigación para este libro específico? ¿Está basado de alguna manera el
mundo que surgió, de los datos que encontraste o fue el proceso inverso,
primero creaste el mundo y luego investigaste lo que te faltaba? ¿Qué partes te
resultaron más conflictivas?
E.G Sí. Ten en cuenta que, por regla general, cuando
más retrocedemos en el tiempo, más complicado resulta encontrar datos acerca de
la época en concreto. Sobre todo, los datos que yo buscaba como la vestimenta,
las costumbres a la hora de comer, de guiarse por los usos horarios, cuándo se
utilizaba el voseo y cuándo no... Exceptuando las fechas y datos de las
batallas libradas, lo demás estaba bastante difuso.
Normalmente recabo toda la documentación que creo que puedo necesitar y la
pongo al servicio de «mi mundo», pero siempre surgen situaciones inesperadas
que requieren de nueva investigación, aunque esta suele ser mucho más ligera
que la primera, al menos en mi caso.
¿Partes conflictivas? Martín y Jimena, en general, jajajajajaja. No, ahora
en serio, primero las escenas de sexo. Me ha sorprendido muy gratamente el modo
en que han sido aceptadas. Tuve una serie de peleas con mi lectora cero por ese
tema. Creía que directamente me quemarían en la hoguera al contemplar las artes
amatorias de Martín y cómo se las transmitía a Jimena. O las ansias de aprender
de Jimena, a pesar de la época y el contexto.
Segundo, ODÓN, con mayúsculas. Es mi mejor malo, lo reconozco, pero también
tuve mis reservas a la hora de completarlo con la relación que tiene con su
madrastra y su hermana. Esto, debo decirlo, tengo que agradecérselo también a
mi lectora cero, que terminó por convencerme y me quitó todos los miedos al
respecto.
Tomada del perfil de la autora |
L. R. ¿Sueles poner cara a tus personajes? ¿Actores o
personas con las que te cruzas un día, que conoces... o todo nace de tu
imaginación? ¿Cómo y de dónde salen estos hombres y mujeres que nos atrapan con
sus vidas?
E.G Siempre, siempre, siempre, me baso en personas
reales para trazar el carácter de mis personajes. Tanto los principales como
los secundarios. Tanto los buenos como los malos. Parto de la base de que,
estemos en la época que estemos, hay patrones que, salvando distancias, pueden
repetirse para que una persona actúe de tal o cual manera. Y dejando de lado la
parte fantasiosa que siempre acompaña a la romántica en general, sea del
subgénero que sea, creo que los rasgos que nos demuestran las personas que nos
rodean son perfectamente aprovechables para completar un personaje, con sus
virtudes (ensalzadas en el caso de los buenos) como sus defectos (que son los
que predominan en el caso de los malos). ¿Quién no conoce a alguien noble, o
generoso, o franco, o impulsivo, o ingenioso, o alegre, o ambicioso, o
confundido, o lleno de dolor, o triste…? Así podría seguir hasta el infinito y
más allá. Lo único que hago es remarcar todas esas cualidades según lo que cada
personaje o cada época me pida o me deje.
Lo de ponerles cara es más secundario, y va a gusto del consumidor. Yo
prefiero que cada cual se lo imagine de una manera, pero si me lo piden, no
tengo inconveniente en buscar una cara que, siempre según mi criterio, se
ajuste a ellos. Que coincida con los lectores o no, es otra cosa, pero también
aquí estoy abierta a todo tipo de sugerencias, jajajajajaja!! De hecho, en más
de una ocasión he pedido ayuda en las redes sociales para el tema.
L. R. Y ya para terminar (la entrevista ha sido
larga), te dejamos un momento
con nuestros lectores por si quieres dedicarles
algunas líneas.
E.G En realidad les dedicaría un libro entero, porque
se lo merecen. Vosotros sois el núcleo de todo mi esfuerzo, mi mejor
recompensa, me mayor crítica y la fuente de la que bebo para seguir aprendiendo
y creciendo como autora. Siempre estáis en mi pensamiento cuando creo una
historia, compartiendo protagonismo con mis personajes, jajajajajaja!! Si
siento lo que debo sentir mientras escribo, mi siguiente razonamiento es: ellos
también lo sentirán.
Por eso, y por muchas otras cosas, merecéis el mayor de mis respetos.
Espero haberos hecho soñar con mis novelas, y seguir haciéndolo con muchas más.
Se os quiere.
Hasta aquí nuestras preguntas, Elena Garquin. Te
agradecemos muchísimo el tiempo que has dedicado a contestarnos, sabemos que
eres una persona muy ocupada y esperamos (y deseamos con todas nuestras
fuerzas) que todo el trabajo que tienes entre manos, te reporte el mayor éxito
del mundo.
Muchas gracias a vosotras, que hacéis una labor
encomiable difundiendo nuestro trabajo para darlo a conocer a los lectores.
Sois unos soles!!
Un abrazo de parte de Locas del Romance y ¡Hasta
pronto!
Buenas!
ResponderEliminarMenuda entravista más completa, la verdad es que me apunto algunos titulos de esta escritora porque realmente me ha llamado la atención tanto ella como las portadas.
Gracias por esta entrevista.
Besos, nos leemos.
¡Hola!
ResponderEliminarCoincidiendo con el comentario anterior, ¡qué entrevista más completa! Es genial poder conocer a las autoras más de cerca e incluso identificarse con ellas. En este caso, me ha llamado la atención que quisiera estudiar Periodismo, y es una pena que, finalmente, no pudiera. Sin embargo, es fantástico que haya podido dedicarse a la escritura. :)
Gracias por la entrevista, muy trabajada.
¡Nos leemos!
me ha encantado la entrevista, no te has dejado nada en el tintero, voy a leeerme todo lo que haya esrito y escriba esta autora
ResponderEliminarHola!! Esa es una gran entrevista! Creo que me llevaré apuntado uno de sus libros y veré que tal!
ResponderEliminarBesitos ^^
Hola!
ResponderEliminarNo conocía a la autora, pero la verdad es que me picó la curiosidad por alguna de sus novelas. La romántica histórica es la que más me llama la atención dentro del género.
Un beso ^-^
Hola! Conozco a Elena de twitter pero todavía no he leído nada de ella aunque varios de sus títulos me llaman la atención. La entrevista me parece muy completa.
ResponderEliminarPor cierto no te seguía pero ya lo he hecho así que me quedo por aquí.
Nos leemos.
Saludos
hola,
ResponderEliminarme ha encantado la entrevista, y la he disfrutado el doble porque estoy leyendo actualmente su libro Tiempo de promesas. Ademas, me encanta su forma de escribir.
besitos guapa
Hola guapa, a excepción de Boomerang que lo tuve que leer para el premio de Romantic Ediciones cuando fuimos jurado, las demás novelas de la autora las tengo en la estantería esperando a ser leídas, a ver si me animo y lo hago pronto que ganas no me faltan.
ResponderEliminarUn beso y nos leemos.
Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada de esta autora pero si la tengo entre mis pendientes porque una que otra de sus obras me llaman la atención. La entrevista te ha quedado maravillosa, me gusta bastante conocer sobre el proceso creativo de los autores e inspiración.
Besos
Hola! Pero que entrevista más completa y chula!! Me ha encantado :)
ResponderEliminarEstoy deseando estrenarme con esta autora y no tardaré en hacerlo porque sus libros me llaman muchísimo la atención.
Besos!
¡Holaaa! Qué entrevista tan genial, me encanta cómo le haces preguntas de todo, jaj, y bueno, veo que tiene muchísimos libros, y varios de ellos me llaman la atención, así que espero leerlos alguna vez ;)
ResponderEliminar¡Beesitos! :3
Hola.
ResponderEliminarTus entrevistas siempre geniales, completas y muy exhaustivas, me encantan. Conozco a esta autora la verdad es que cuando salió su libro casualmente Valentina lo quise leer, pero llegué tarde y ya no había ejemplares, pero por supuesto lo tengo apuntadísimo para leer. Ya he visto que de ella estás leyendo Tuareg, a ver que tal y leeré tu reseña.
Muchos besos.
Qué bonita entrevista :o) Tengo ganas de conocer a esta mujer, me ha hecho sonreír lo que ha dicho sobre Chandos y estas novelas, jajaja, y muy sincera con lo de la carrera.
ResponderEliminarGracias, guapa!!
Besotes lectores.
Holaaa guapa!!!!
ResponderEliminarConozco algunas obras de la autora aunque no he leído ninguna y me ha encantado conocerla a ella un poco más!!!
Espero poder leerla pronto!!