Los ojos del Bosque, Lydia Leyte

Bajo su aparente fragilidad, Cristina Olabide posee la dureza del acero. Es una mujer tenaz que lucha sola por sacar a flote su taller de confección artesanal de prendas de lana y la casa de turismo rural instalada en el torreón familiar. Todo marcha según sus planes hasta que Bruno Elorza, un seductor con ojos de poeta, propietario de una promotora bilbaína, decide construir un hotel de lujo con spa justo al lado. Un día se conocen por casualidad. Sin saber que ambos están enfrentados, se dejan arrastrar por una pasión irrefrenable. Pero la cruda realidad se impone y les obliga a debatirse entre el deber y el amor.

Mientras luchan contra la intensidad de sus sentimientos se ven involucrados en una serie de episodios violentos que hunden sus raíces en el pasado. Cristina descubre de la peor manera posible un antiguo secreto silenciado durante años.



Antes que me quieran matar por tanta ausencia y silencio, tengo que decir una cosa. "Recordar que lo bueno se hace esperar". Ay¡¡ ¡qué esa piedra ha dolido!. Pero vamos a ver mis chicas. No me refería a mí. Me refiero a este libro que os traigo y que espero que disfruten tanto como yo lo hice.

Siguiendo la línea de autoras de habla hispana, he encontrado a esta magnífica obra contemporánea/suspenso, que sin duda les va a encantar.

Un pueblo maravilloso, aunque no muy concurrido será el elegido por una compañía muy importante para crear un hotel de lujo, para Cristina que es la dueña de la Torre Olabide, y que ha sido hasta ahora la única posada, significa el tener una competencia dura, y quizá el cierre del caserío, herencia de sus abuelos paternos, y que con tanto sacrificio ha mantenido de pie.

Bruno Elorza, decide ir al sitio donde planea construir el hotel, enamorado del pueblo y del campo, está dispuesto a convencer a la dueña de la torre, para que le venda un terreno, que, es vital para la construcción. Sin embargo, no puede detener su camino antes de llegar a su destino, disfrutando del paisaje que se le presenta. Ahí conocerá a una bella mujer que le arrebatará el aliento.

El destino es caprichoso para dos personas que por destino, deberían ser enemigos, son dos seres que desde el inicio se compenetran. Cristina es la mujer que aparece a Bruno en el río, y para Cristina ese hombre de aplomo y encanto sin igual, resulta ser Bruno Elorza, un turista que viene a conocer el pueblo, por lo menos es lo que ese magnifico y encantador hombre le dice.

Lo que era una visita para dialogar, se convierte para Bruno, en el fin de semana que decidirá su destino, ya que no puede ni quiere evitar lo que comienza a sentir desde el primer momento por la señoritinga Olabide, el único problema es sincerarse sin que ella crea que quiere acercarse y conquistarla por amor a las tierras.

Cuando Cristina descubre la verdad de aquel hombre, comienza una lucha en su interior por frenar la indudable química y emociones que la embargan, cada vez que ese hombre engreído y astuto como zorro aparece.

Llevándolos al límite de la pasión, a cada encuentro verbal que llegan a tener, ella por alejarlo, por no mostrar lo que verdaderamente siente, y él por tratar de ganarse su confianza, y demostrar que puede confiar en su persona, que Bruno no ha venido para engañarla, simplemente el destino ha actuado, como siempre, de manera que nadie puede entender.

A todo esto, la historia se complica, cuando aparece en el bosque el cuerpo asesinado de una mujer, y los acontecimientos que comienzan a darse lugar, alrededor de nuestra chica, todo apuntando a que Cristina es la futura víctima de una sombra misteriosa oculta en el bosque. Sobre todo cuando se descubra un secreto familiar, que dictará el destino de la muchacha. Mientras tanto Cris por cada paseo que da por el bosque, siente que algo la vigila, un depredador que espera paciente, el momento ideal para cumplir la tarea que se ha fijado.

Los personajes:

Cristina Olabide, es una joven y bella mujer, de maneras elegantes y siempre calma, ha crecido sola y se ha hecho sola, tiene una fuerza y una temple interna que la ha hecho una superviviente, pero es como todo ser humano, frágil por dentro, con una coraza interna que no permite tan fácilmente llegar a ese corazón que anhela volver a amar, y sobre todo confiar en que nunca será abandonada.

Por su parte Bruno Elorza,un maravilloso hombre, de andar seguro, que irradia vitalidad y energía haya donde vaya, sabe donde,cuando y como quiere las cosas,  sobre todo no duda que puede llegar a ser capaz de conseguirlo, aunque eso signifique una paciencia tremenda, un hombre que cuando ama, lo hace con toda la fuerza de su pasión, y sobre todo hará todo por mantener a la mujer que ama a salvo.

Este libro no podría mencionarlo sin otro personaje magnifico al que yo en lo personal le he tomado un cariño tremendo, una mujer que significará la guía para ambos personajes, La Tata Amparo, la fiel mujer, al servicio por tantos años de la familia Olabide, que en su cocina horneara con amor el camino para que Bruno conozca mas a la evasiva Cristina.

He disfrutado muchísimo de este maravilloso libro, creo que Lidia Leyte nos ha dejado una historia de amor maravillosa, nada melosa, donde los personajes tienen una fuerte personalidad, demasiado bien definidos, todos ellos, desde los galanes hasta las personalidades de los perros, ademas de hacerte enamorar de cada sitio en el que te transporta la autora.

La historia tiene el suspenso necesario para angustiarte a cada momento que el villano hace una de las suyas, creando angustia no solo en los personajes, te aseguro que las uñas desaparecerán conforme avances las páginas en cada aparición de nuestro malo malisimo.

Quiero compartirles este párrafo del libro que me ha encantado, y me ha puesto los nervios de punta.

»La vida de los hombres es un largo camino. Según cojas una u otra desviación, alcanzas las puertas del paraíso o llegas hasta las del infierno. Ahí estoy yo, esperando que se acabe mi existencia para entrar en él. En este cuaderno, Andrés, te envío pequeños fragmentos, escogidos uno a uno. Juntos conforman el relato de los sucesos que ocurrieron a tus espaldas, de mi gozo y de mi desventura. Del ser que fui. Han sido extraídos de la verdadera crónica de mis memorias, más prolija. Esa viaja siempre conmigo. Mi hijo la recibirá a mi muerte, esperando que con ella extraiga una enseñanza que le ayude a superar los escollos de la vida, sin dejarse deslumbrar por el brillo de los falsos dorados».

 Mi calificación para este maravilloso libro: 9.5